5.

268 32 14
                                    


4 meses antes

«Magnus»

La sala de interrogatorios es un lugar silencioso, incluso un tanto deprimente y lleno de presiones. Alec sabe eso, aunque para mi aun es nuevo.

Aquello fue demasiado fácil, si algo he aprendido es que las intuiciones de Alexander nunca se equivocan. Planeo su entrevista conforme a las cosas que no cuadraban para él y en base a eso hizo que aquel hombre confesara.

Siempre es brillante, siempre que lo observo aprendo algo nuevo de él y de su trabajo. Verán... la forma de realizar una entrevista puede ser variada dependiendo de la persona y una de las emociones que brinda es que nunca sabes que esperar. Cada persona es diferente, por lo tanto, tienes que saber como tratar a cada una, sin excepción. Con este hombre Alec lucía relajado, demasiado, a decir verdad, lo trato como a un amigo de años, entablo una conversación con él hasta hacerlo entrar en confianza y en un momento comenzaron a halar de chicas; el pobre hombre ni siquiera se imagino que estaba hablando de un hombre casado con otro hombre... y de pronto todo salió de su boca, como si escupiera un vaso de agua fría en la cara de Alexander.

La chica... no, Katherine, me duele si quiera pronunciar su nombre, pero debo decirlo, porqué era una persona, una mujer a la cual le arrebataron sus sueños y la oportunidad de vivir y que pronto pasara a ser olvidada como todas las demás. Así que diré y pensare su nombre tanto me sea posible.

A Katherine la mataron a golpes, este hombre la golpeó hasta que no pudo más y la dejo inconsciente, luego la ato a una pata de su cama para después violarla en múltiples ocasiones hasta destrozar parte de sus órganos (gracias a Isabelle sabemos esto), una vez termino, le hizo un corte en el cuello y cerceno las partes de su cuerpo para enterrarlas en su patio trasero, como si de un trofeo se tratase.

Katherine murió durante la violación.

¿Por qué?

La chica no quería estar con él, le había pedido que terminaran y buscaran algo nuevo, nuevas experiencias, el no lo tomo bien y esa decisión le costo la vida.

Resulta que la relación con el lugar es por él, pues tiene una pequeña casa en la que pasa los fines de semana y ella apenas la conocía en el momento en que desapareció.

Trabajó con gente de su clase, a eso me dedico. No debería afectarme, pero en casos como estos no puedo evitar preguntarme: ¿Qué estamos haciendo mal como sociedad para que esta clase de cosas pasen? ¿Cómo es que se toman tan normal? ¿Por qué una persona desearía acabar con la vida de otra? Y aun no logro entenderlo y no sé si en algún momento pueda hacerlo.

— Vámonos... nos quedaremos en un hotel, mañana será juzgado y nos necesitan para declarar. — Me levanto de la silla y camino cerca de él camino al auto.

— ¿Iz se quedará también? — Intento buscarla con la mirada, pero fallo.

— Si... ya está en el hotel, debe quedarse para dar la declaración de lo que encontró en el cuerpo de la víctima. — Abre mi puerta para dejarme pasar, subo al auto y espero a que el haga lo mismo.

Nos encontramos en un silencio mientras arranca y comienza a moverse.

— Katherine... llámala por su nombre. — Le dirijo una mirada que ni siquiera yo se como interpretar.

— Si... Katherine.

Sin decir más nos dirigimos al hotel.

****

No puedo comer la ensalada frente a mí, no me apetece en lo absoluto y lo demás me causa nauseas. Alec me observa desde el otro extremo de la mesa sin decir nada.

La luz del lugar resulta demasiado clara y la música esta fuera de lugar, en realidad todo está vacío, con excepción de nosotros y otra persona sentada en la barra.

— ¿Comerás? — Pregunta por fin.

— NO tengo hambre. — Alec continua en lo suyo — ¿Sigues molesto?

Me atrevo a preguntar porqué necesito una distracción y esa es la mejor que voy a obtener.

— Yo soy el que debería preguntar eso. — Tiene razón, por el fue por lo que empezó todo.

— Si... deberías, pero no lo haces, aun así, te contestare y la respuesta es: No — Dejo el tenedor en el plato y recargo mi espalda en el respaldo de la silla. — Creo que puedo entender porqué haces lo que haces.

La verdad es que lo entiendo un poco, se que tiene miedo a lo que pueda pasar, especialmente después de la forma en la que se dieron las cosas.

— ¿Sí? — Luce sorprendido y se me escapa una sonrisa ante eso.

— El mundo es peligroso, la gente es egoísta y caprichosa. No se puede estar seguro de nada, no importa que seas hombre, mujer, niño o animal.

Deja el plato de lado y me observa con todo ese amor que lleva dentro.

— Si... lo es, el mundo es peligroso. Yo... yo solo te protejo porque te amo. — Coloca sus manos en la mesa, esperando a que una las mías a la acción.

— Yo también te amo Alexander. — Entrelazo mis manos con las de él y ese pequeño gesto es incluso mejor que los besos o el sexo, ese simple gesto me hace sentir la persona más amada del mundo.

Esa noche dormimos enredados, tratando de buscar la manera de que nuestros cuerpos relajaran al contrario. Yo no lo logre, mi cabeza no dejaba de darle vueltas a lo que viví hoy.

No sé cuál es la razón por la que me afecto tanto, no cuando antes era algo normal, un caso mas que se cerraba... tal vez era que esta vez su vida se veía rodeada de mas mujeres a las que amaba y por las que temía. Porque sí temía que en algún momento recibieran la llamada para identificar el cuerpo de Clarissa, Maia, Cat o Isabelle.

Pero no solo se trataba de eso, me di cuenta de que el caso que Isabelle nos había dado, aquel de los hermanos no dejaba descansar mi mente, algo en el me resultaba realmente intrigante y agobiante y no podía entender que era.

Normalmente los problemas vienen en grandes dimensiones, es como una avalancha. Todo comienza a caer de forma lenta, tu presientes que algo anda mal, pero sigues parado como si se te impidiera realizar cualquier movimiento, mientras sientes el colarse bajo tu cuerpo.

Pero las avalanchas tienen su propio encanto y es que nunca conoces realmente cuando caerá, porque es una sorpresa. A las avalanchas no les importa a quien dañen, lo único importante es llegar al final.

Solo buscar terminar, sin importar si el resultado es bueno o malo.

Can't Go BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora