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Actualidad

«Isabelle»

La sangre en el suelo resulto más difícil de quitar, aun cuando paso el papel por el lugar una y otra vez. No estoy asustada por la cantidad de sangre en el suelo, sería ridículo por mi parte si lo estuviera, soy medico legista, mi trabajo es observar cuerpos, tocar sus órganos y encontrar la causa medica de su muerte. Limpio la sangre que se queda en la plancha día tras días y aunque resulte increíble... es sencilla de quitar y no me resulta agotador.

Pero en este instante, ese trabajo que realizo a diario me lleva más esfuerzo del necesario, siento el peso sobre mis hombros a ser descubierta, el temor a terminar en prisión por un crimen que no cometí del todo, aun así, podría ir por cómplice.

Comienza a temblar violentamente y tengo que parar porque las lagrimas en sus ojos no me permiten continuar, me nublan la vista, mi pecho duele y sabe que no está controlando sus emociones como debería.

Lo que siente es demasiado e incluso sus emociones le resultan abrumadoras. Nunca fue demasiado buena manejándolas y eso lo sabe, siempre tuvo problemas; aquellos que ocultaba tras los tacones altos, el cabello arreglado, la bueno ropa y el maquillaje caro.

Nunca lloro por un chico en el instituto, aun cuando la perdida la había dejado destrozada. No rogo por amor a nadie, porqué su madre le enseño que jamás debía perder su dignidad por una persona, aun cuando ese alguien era una persona a la que amaba e incluso cuando sus padres se divorciaron, pidió que se le tratara como una chica normal, no quería la lastima de nadie. No le servía, la vida debía continuar.

Era el ejemplo de una mujer fuerte, la catalogada de manera clásica como "fría", alguien a quien el corazón le latía poco o nada al encontrarse en una situación complicada. La típica chica que botaba a todos los hombres luego de la primera cita o una simple noche, no le interesaba el compromiso real, calculadora e incluso egoísta según mucha gente. Pero a ella eso le había funcionado muy bien, pues había logrado salir impune a todo, especialmente a los corazones rotos. Aun con esto sabía que era mentira, sabía que todo eso no era mas que una fachada para ocultarse y protegerse de todo; una especie de caparazón.

Lo que nunca le contaron fue que todo se cobra, que aunque ella se sintiera forrada del metal más fuerte, siempre llegaba algo que golpeaba el mental y lo volvía débil. En ese momento estaba sintiendo como ese metal que reforzo durante años se debilitaba y comenzaba a agrietarse, dejando que las heridas sangraran y el llanto se volviera infinito.

Estaba asustada y por primera vez en su vida no deseaba que la gente se alejara de ella. Sino que se quedaran, que la abrazaran y le hicieran saber que todo estaría bien, deseaba recibir todo el amor que alejo en algún momento de su vida... pero lo que más quería era perdonar, el único problema era que la persona a la que deseaba perdonar estaba muerta.

— Isabelle... ¿estás bien? — Siente una mano en su hombro y el llanto amenaza con salir.

— Si... estoy bien, solo necesito un momento.

Trata de dar una sonrisa falsa mientras se levanta y corre al baño, mancha la puerta con sangre al cerrarla.

Se encuentra con su reflejo en el espejo, la Isabelle que le regresa la mirada tiene la mascara de pestañas corrida y el pintalabios manchando un poco su barbilla, el cabello alborotado le enmarca el rostro pálido y las marcas rojas que mas tarde se tornaran moradas de manos rodeando su cuello. Pasa sus dedos sobre ellas y tiembla un poco al hacerlo, nota el leve rastro que la sangre deja al hacerlo.  Sangre de la misma persona que la lastimo tantas veces, tanto física como psicológicamente, sangre de alguien a quien odia.

Debe ayudar a limpiar el desastre y acompañar a Magnus y su hermano a enterrar el cuerpo, ella sabe como debe hacerse, a eso se dedica, sabe que es lo que un medico legista investigaría y sabe exactamente la forma en la que lo haría... aunque en realidad todos dentro de esa casa lo saben.

Debe aprender a dominar sus emociones, a encerrarlas en una caja fuerte, no puede permitirse un desliz de ese tipo de nuevo. A fin de cuentas, si ella hubiera sido la persona que acabo con su vida, seria sencillo culparla... tenia muchos motivos, factores que la llevarían a ese punto y no podía permitirse que eso pasara, no podía dejar que nadie fuera de ese baño terminara en prisión.

Limpia el labial y la mascara de pestañas corrida con un pedazo de papel que guarda en el bolsillo de su vestido, coloca su negra melena detrás de sus orejas y sale del baño topándose con el oscuro pastillo que antes apenas noto, hasta caminar y quedar de pie frente a todos en la sala.

— Se como quitar la sangre, necesito que sigan las instrucciones que les daré para poder salir de este enrollo rápido.

Can't Go BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora