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—¿La Mística Unificada es producto de la consolidación de la Liga o viceversa?

Andria bloqueó el puño de su Maestro y extendió el brazo izquierdo buscando su esternón mientras replicaba: —Esa pregunta equivale a la Parábola del Viajero.

Vega eludió su ataque saltando a un costado y sonrió. —"¿El hombre atraviesa el espacio o es el espacio el que atraviesa al hombre?" —citó, instándola a acercarse—. Explícate.

Andria aprovechó la pausa para recuperar el aliento. —Su origen fue simultáneo y obedeció a la misma necesidad?

—Explícate.

Andria midió la distancia que los separaba y flexionó apenas una rodilla. —Estabilidad económica.

Vega quebró su postura hacia un lado para evitar que el pie de Andria alcanzara su pecho y la atacó. —¡Explícate!

Con un movimiento tan veloz que ningún ojo podía seguir en detalle, la muchacha saltó, giró en el aire y lanzó otra patada ascendente. Su pie halló el puño de Vega, que desvió el golpe y la envió rodando por la nieve con el impulso de su propia inercia.

Andria se incorporó al instante. —Las Guerras de Tradiciones amenazaban las rutas comerciales que mantenían comunicados a los mundos no litigantes —jadeó.

—Es la tercera vez que te falla ese ataque esta semana. ¿Cuál fue el origen de la actual clase dirigente de la Liga?

—Los antiguos Mercaderes Neutrales.

Con rapidez fulmínea, Vega intentó barrer sus pies mientras seguía interrogándola. —¿En qué basaban su neutralidad?

Andria lo eludió. —Su no pertenencia a ninguna de las dos grandes Tradiciones religiosas. —Conservó el equilibrio y lanzó un golpe con la mano abierta que buscaba su hombro—. Se definían a sí mismos "a un costado de la violencia humana". Edificaron un imperio comercial que se extendía hasta los últimos confines de Kor, a partir de una estructura social cuyo pilar era el liberalismo económico que defendían a ultranza.

El brazo de Vega cimbreó en torno a su garganta. —¿Alta Tradición?

Ella se agazapó. —El credo religioso de los Mercaderes —respondió, y enlazó una pierna de Vega desde atrás—. Al pasar la mayor parte de sus vidas en el espacio, su religión carecía de templos, íconos y rituales masivos: cada individuo en contacto íntimo y personal con Dios.

El Maestro se volvió, lanzando una patada ascendente. El puño de Andria desvió el pie hacia arriba, agregando su propia fuerza a la inercia de Vega. Desplazado de su punto de equilibrio, Vega arqueó la espalda al caer hacia atrás y extendió los brazos por encima de su cabeza, guiando su cuerpo a describir un arco en el aire.

Ella evitó la patada de sus piernas alzándose y lo vio hundir las manos en la nieve para darse impulso y caer de pie y en guardia frente a ella.

—¿Praxis?

Andria tardó un momento en responder, todavía sorprendida por aquella pirueta que lo había salvado de desnucarse contra las rocas. —Evitar toda confrontación con cualquier cliente potencial.

Vega asintió con una breve sonrisa y alzó la vista al cielo. —Sigamos. Quiero llegar al Torreón antes del ocaso.

Sin dar la menor muestra de cansancio, se puso la chaqueta, recogió su mochila y echó a andar ladera arriba. Andria fue tras él todavía agitada. La altura comenzaba a hacerse sentir, sobre todo después de aquel agitado alto en el camino.

Pocos minutos después, Vega aminoró la marcha para permitir que Andria lo alcanzara.

—Debes aprender a aprovechar mejor la fuerza de tu oponente —dijo—. En cualquier ámbito, muchas veces la inercia ajena puede proporcionarte un medio eficaz de defensa ofensiva.

Andria sólo asintió, todavía regulando su ritmo respiratorio.

—¿Qué rol desempeñaron los Mercaderes en el Proceso de Pacificación? —preguntó el Maestro.

Ella se sobrepuso al esfuerzo para contestar, sin sorprenderse de que el interrogatorio aún no hubiera terminado. —Fueron los mediadores. Promovieron las tres cumbres que definieron el proyecto de una Liga como organismo federativo galáctico y dieron forma al Tratado de Paz de Adwa.

—¿Comprendes por qué todo los señalaba como líderes del nuevo orden?

—Sí. Su liderazgo quedó asentado con la aceptación masiva de la Mística Unificada. Nuestra Trinidad representa en realidad una pirámide jerárquica, con Dios en la cúspide como Fuerza Creadora Primordial, y Baisha y Syndrah como Sus Emisarios, encargados de desarrollar el Plan Divino: Baisha el Constructor o Hacedor, Syndrah la Madre Dadora de Vida.

—Elabora la imagen de la pirámide.

—Era inevitable que la nueva organización social respetara la hegemonía divina que nos permitiera recuperar la paz. Así, los fieles de las Tres Tradiciones se ubicaron de acuerdo a ese esquema respecto de los otros. Los mediadores neutrales "arriba", en una situación que respetaba su tendencia a mantenerse aparte y a la vez les permitía observar que los acuerdos no fueran rotos. Los fieles Solares y Lunares ocuparon el único plano que los situaba en posición de mutua igualdad.

Vega no hizo más preguntas y continuaron caminando en silencio una hora entera. Hasta que se detuvo y se volvió hacia ella.

—¿Sabes? Me gustan tus análisis —dijo.

Andria estudió su posición. Aquel tono podía ser el prólogo de uno de sus ataques inesperados.

—Gracias, Maestro —murmuró.

Vega volvió a sonreír, como si no hubiera advertido su actitud defensiva. Le dio la espalda y siguió andando. Ella dejó una distancia prudencial entre ambos antes de ir tras él.

Las Hijas de SyndrahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora