Me encontré con mi pasado, con todo lo que atrás había dejado, fue foráneo, tenía tanto que no lo sentía así de cerca. Me sentí agstimatico tratando de observarlo, pero por más ininteligible se que era el.Fue de repente y sentí todo muy lento, comenzaba a ver las personas que antes solían estar en mi circulo social, unas solo me miraban indistintamente mientras otros me saludaban y hasta querían entablar conversaciones conmigo.
La noche se fue consolidando con el pasar de las horas, mientras yo pensaba en que no sería posible que todo aumentara, ahí iba subiendo poco a poco... “Mi pasado”.
De momento, sentí un golpe en la espalda, volteé y no había nada, ahí lo sentí fuerte y llegaron más recuerdos de la nada. Todo absolutamente todo lo relativo, era pensar acerca de todo lo ya pasado, creo que ya hasta había olvidado el presente y el futuro que me había planificado.
Me compré un trago en el lugar de bebidas más cercano, luego tomé un cigarrillo de mi estuche tan fiel que nunca me falla. Lo fumé como a ninguno y aprecié como ese cigarrillo me llevo a un lugar que nunca otro lo había hecho.
Me llevo a mis planos congnitivos, ahí donde nunca había estado, vi las tres puertas, mi lado consciente, mi subconsciente y mi inconsciente. Sentí miedo así como esas personas que cuentan las historias de estar parado frente a la puerta del infierno. Sentía miedo de mi, porque sobre todo se que se trata de mi, a sinceridad no sabía que elegir mientras algo me decía que tenía que optar por una opción rápidamente.
Opté por ser valiente, fui muy estupido al tomar la decisión pero la cobardía elegí mandarla de vacaciones e ingresé por la puerta más tenebrosa...
La del inconsciente, donde se que estarían los peores recuerdos, cosas de las que se que ni me acuerdo en ningún momento, las que quizás me hagan más daño y hasta puede ser que me atrapasen y nunca saliera de ahí.
Cuando entré todo al principio de la entrada era normal, en el sentido de que no había nada. Luego fueron comenzando recuerdos de los que verdaderamente no me acordaba, de las cosas que realmente no podía acordarme de que estuvieron en mi vida. Llegaron como disparos, todo fue más opaco, nebuloso, obscuro...
Vi cada recuerdo pasar tan rápido, como se alejaba uno y se acercaba el otro. Que digo, parecía una cinta de película de las viejas pasando rápidamente...
Me comencé a percatar de cosas que siempre han estado ahí aunque no salieran de esa puerta, ahí comprobé porque esa era la puerta con más seguridad. Me asusté al analizar eso y corrí a salir, porque si ningún recuerdo podía salir, no tan fácilmente ¿Qué seré yo que soy nuevo en este lugar?
Tuve miedo de morir ahí adentro, cuando llegue a la puerta ¡En efecto! No podía salir de tal lugar. Que adversidad me dió la vida con aquella decisión de ser valiente... Sin embargo pensé en algo, solo tenía que esperar que afuera mi humanidad se terminara el cigarrillo y aquel trago y todo volvería a la normalidad... Pero ahí llega la pregunta: ¿Se acordará mi lado humano de mi, ya que están difícil salir de aquí? ¿No será que se olvidé de su parte intelectual que soy yo?
Poco a poco, me sentí separado, aunque a lo lejos podía ver y sentir lo que mi cuerpo hacía mi miopía y mi falta de sensibilidad no me permitían ver ni tocar. Ahí dure unas horas, ya veo que no es nada cómodo cuando sigo tomando y fumando por horas, como se siente estar dentro de mi cuerpo.
Al cabo de dos horas y algo, o eso creo, por conciencia propia que fue el tiempo que había transcurrido, porque reloj no tenía allá. Comenzó a pensar un poco mi cuerpo, al parecer sintió que le hacía falta algo, yo percibí que la puerta de iba a abrir aunque al parecer necesitaba más intensidad de su intento de buscarme.
Yo traté de conectarme con nuestra mente, que extraño fue, estar y no estar en mi cabeza. Ya veo que “todos pensamos diferente.” No nos damos cuenta hasta que estamos fuera de nosotros.
Lo logré, hice que se acordase de que le faltaba algo, al mismo tiempo la puerta de abrió un poco, yo rápidamente intenté salir, sin embargo me agarraban varios recuerdos, mi infancia, la adolescencia, las cosas malas y ella...
Conseguí salir, fue raro estar allá adentro a la verdad pensé estar en el infierno ahí y nunca poder salir. Volviendo en mi me di cuenta, que afuera no había pasado mucho tiempo, aún estaba en el mismo lugar aunque pensé que habían pasado horas y horas...
Lo curioso que tenía la misma copa y aún me quedaban cigarrillos, pensé en irme, al mismo tiempo decidí arriesgarme a volver a encontrar ese pasado amargo y tomé el último cigarrillo y pedí otra copa sin hielo...
Lo fumé aún con más ganas que el anterior, nada sucedió esta vez, solo pensé, pero pensar ahora era diferente, tenía muchos más recuerdos que lo común, que los de siempre... Los iba encontrando y recolectando, que pasado más pesado el mío.
Cada recuerdo atraía otro, cada otro era consecutivo, un bucle, algo infinito, fue como cuando salen todos los sentimientos reprimidos de repente en llantos. Esta vez fue más fuerte, salió todo, todo lo que no hubiese deseado que volviese... Mis recuerdos de antaño.
Ahí quedé toda la noche, hasta que el camarero me saco junto con el de ese lugar, yo sin control de mi sistema locomotriz me dirigí en mi auto a mi viejo lugar, donde siempre, donde pensé en todo una vez más y por siempre, porque solo pensé en encontrarle solución a no volver a mi pasado encontrar...
Vi mi auto, el lugar y sus riscos... Tome el guía de sus vueltas, la palanca junto a los recuerdos de la mano y lo ultimo que recuerdo ahora, es que “anoche me encontré con mi pasado y quizás ya no lo vuelva a encontrar.”