Ya ni siquiera se cual es el pesar del tiempo, de las horas y del viento... El viento que acariciaba tu pelo y me hacia cautivo con desvelo, que me hizo incauto de tu inédito pelo, que me hizo solemne a tus gratos recuerdos... Aquellos recuerdos que me causaban incoherencia hasta al pensar y si me imaginaba a tu lado era mas un deseo fugaz, pero espero que aunque no lo creas algún día en tus sueños te volveré a encontrar y quizás ahí un Dios nos querrá juntar, porque ya no más, ni menos... "Ya no existe nuestro pesar".