Sus trastornos

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Ella sufría de trastornos admirables era ninfomana y masoquista, le encantaba que la admirara mientras la observaba desarrollando sus trastornos inevitables, era adorablemente plebe, sabia como desenvolverse en la cama, en la meseta y a veces hasta en el piso, no era cleptómana pero de seguro que si me quedaba un rato más con ella, me podía robar hasta el alma, era increíble, si, pero demasiado, paupérrima presencia de delicadeza tal ves como me gustan, quizás como me gustaban, era tan atrevida que me arriesgaría a decir que no tiene miedo y que por sus trastornos jugaba conmigo y hasta con fuego... "Lo mejor de todo, es que era excelente y se quedo hasta con mi imaginación de joven poeta".

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