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Erika

Grité con todas mis fuerzas aun arriesgándome a lo que este loco podía hacerme, sin embargo maldijo y salió corriendo a la que empezaron a oírse voces alarmadas y varios pasos acercándose hacia donde estábamos.

Corrí hacia donde se encontraba Trevor inconsciente en el suelo, o por lo menos esperaba que solo fuese eso.
Con las manos temblorosas tomé su pulso y respiré aliviada al sentirlo bajo mis dedos.

Hicieron falta dos horas para que recuperase completamente la consciencia y me mantuve a su lado en todo momento.

Algunos vecinos habían acudido a ver si pasaba algo pero mentí y dije que estábamos viendo una película de terror. No creo que lograse engañarlos pero de todas formas se marcharon.

-¡Erika! -Trevor se incorpora de golpe del suelo, donde lo acomodé lo mejor que pude porque fui incapaz de moverle.
-Estoy aquí-. Acaricio su rostro sintiendo la barba de un par de días en la palma.
-Pensé que te había llevado con él.
Niego con la cabeza y le cuento lo sucedido.
Con mi ayuda se pone en pie y me pide que le acompañe hasta su despacho en casa.
Observo como se acerca a su mesa y descuelga el teléfono. Es algo parco en palabras pero una vez ha colgado tengo claro que ha doblado la seguridad para Joley y ha contratado seguridad para mi.
Estoy a punto de protestar pero una sola mirada suya detiene mis palabras y como si pudiese leer mi mente, deja clara su postura.

-Vas a quedarte aquí conmigo. Pediré que envíen aquí tus cosas del hotel, pero no saldrás de aquí sin seguridad. Nada de salir sola.
-Pero...
Se acerca a mi y siento su aliento sobre mis labios.
-Quizá no fui lo bastante claro. Te quedarás conmigo donde pueda protegerte y aceptarás la seguridad que he puesto para ti, porque si algo te pasa...
-No me pasará nada.
-No es una opción Erika. Ahora eres tan importante para mi como lo es mi hija. No puedo vivir sin ninguna de las dos.
Asiento incapaz de articular palabra porque me ha dejado muda.
Sus labios se colocan sobre los míos en apenas un roce.
Lo siento romper el contacto cuando llevo mis manos hasta su rostro y tiro de él hacia mi de nuevo.
Joley conquistó mi corazón desde el primer día y sé con seguridad que tampoco yo puedo puedo vivir sin ellos.

La voz al otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora