1.32) Una nueva vida

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Me despierto poco a poco e intento encontrar mi celular para revisar qué hora es, no vaya ser que llegue tarde al Liceo otra vez.

-¿Dónde lo dejé? -Me pregunto a mí mismo mientras paso mi mano por varias partes de la cama-

Al fin abro mis ojos y me dispongo a buscar mi celular, pero me detengo inmediatamente al ver que me encuentro en un lugar desconocido para mi.

-¿Eh?... ¿Dónde estoy? -Me digo mientras observo mis alrededores-

Esto no puede ser, no estoy en mi casa, no estoy en mi cama, ¿Dónde estoy?, ¿Dónde?.

Me levanto muy exaltado pensando lo peor, ¿Me habrán secuestrado?, es decir, es posible por supuesto, pero, ¿Es en serio?, ¿Secuestrado?, ¡¿Yo?!

Mis pensamientos son interrumpidos repentinamente al ver más a fondo cómo era la habitación.

-Bastante elegante para un secuestrador, la verdad. -Pienso-

Es verdad, es demasiado elegante, es una habitación muy espaciosa y a simple vista costosa, una cama del tamaño king muy probable, un par de sofás hechos de cuero fino, una televisión de plasma de muchas pulgadas y el atractivo principal: ¡Una maldita fuente de agua!, es de un tamaño mediano, pero igual es mucho para que alguien como yo esté aquí, ¿Acaso sigo en Chile para empezar?, y, ¿Dónde está la puerta?, ¿Las ventanas?, no veo nada de eso aquí, es extraño.

Repentinamente suena una especie de "ding dong" por un altavoz:

-Sujeto 2991, "Javier", ha despertado, favor de un oficial autorizado para recibirlo. -Dice una voz femenina con un toque robótico-

Al terminar suena el "ding dong" otra vez, qué buenos efectos.

-No, espera, ¿Qué?, ¿Oficial autorizado?, ¿Sujeto 2991?, ¡¿What?!

Me empiezo a preguntar aún más cosas que antes y siento que me empieza a doler la cabeza y aún así no entiendo nada, me hecho encima de uno de los sofás y espero a que alguien llegue para que pueda entender bien todo esto.

Y al cabo de unos minutos así fue, una persona de cabello blanco y bata de laboratorio entró a mi habitación por medio de una puerta que se abre hacia arriba, mejor dicho, eso es una compuerta.

-Sujeto 2991, ¿Cierto? -Me pregunta mientras lleva una especie de tablet-

-Así me llamaron. -Le digo intentado ocultar mi temor-

-Me presento, soy Arimo Wiseman y estoy a cargo de ti, no es necesario tener miedo.

-¿Tengo derecho a preguntar?

-No eres un prisionero, claro que sí.

-¿Dónde estamos?

-Antes de contestar esa brillante pregunta, primero dime, ¿A qué día estamos?

Siento que esa pregunta tiene trampa, pero la contestaré de todas formas.

-Hmm... Si no me falla la memoria hoy debería ser 16 de Diciembre.

Me mira curioso y revisa su tablet, luego me mira de nuevo.

-Te explicaré después de que te vistas, te has perdido de mucho, 87.

¿87?, ¿Me dijo 87?

-Puedes revisar el armario, te esperaré al final del pasillo. -Terminó por decir antes de salir-

Esto es... Extraño, mucho, en fin, tampoco es como si pudiera hacer mucho, estoy sin celular, sin nadie conocido, meh.

Me dirijo al armario y al abrirlo veo que está exactamente la misma ropa que llevaba aquel... Científico, creo. Me visto y me dirijo al final del pasillo.

El Último CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora