1.31) La ilusión del tiempo

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Me encuentro en un lugar plano que se extiende por kilómetros, el suelo, lleno de agua, refleja las nubes del cielo moverse a un paso acelerado, fuera de lo común, es como si pusieran una grabación en cámara rápida.

Admiraba mucho en el lugar que me encontraba, pero luego pensé, ¿Qué hago aquí?, Aunque al instante recordé que acababa de ser puesto en criogenización. Ja, quién pensaría que siempre me estuvieron vigilando esos malditos, cada segundo que usaba para pensar mi plan era un segundo registrado para utilizar en mi contra cuando se expusiera mi traición a Halley.

Debo decir que no perdí totalmente mi consciencia en esa oficina en Halley de Valdivia, recuerdo vagamente que después de aquello me transportaron en una camilla hasta las profundidades de las instalaciones, no sabría decir cuántos pisos terminaron bajando, pero esos minutos en el ascensor fueron eternos. Al final de todo, cuando esas puertas del elevador se abrieron, pude ver algo inmenso en medio de lo que parecía un puerto, creo que era una especie de tren, pero quién sabe que sea eso.

Lo último que recuerdo es estar recostado en lo que parecía una cápsula, sin poder moverme y apenas poder ver, luego de eso todo se va a negro hasta ahora.

Si mal no recuerdo, se supone que a mí me iban a transportar a los laboratorios en Halley Central, realmente no sé dónde queda eso.

Por cierto, ¿Esto de verdad es ser criogenizado?, no lo parece, aunque de por sí es extraño estar aquí, lo peor es que siento que esto es real, no un sueño.

En el hipotético caso de que esto sea la criogenización, ¿Cuánto tiempo aquí es lo que pasa en realidad afuera?, es decir, si es criogenización se supone que varios días afuera deben sentirse como horas aquí dentro, aunque quién sabe, apenas sé resolver fracciones compuestas, no pidan tanto de un alumno de primero medio.

Es lamentable saber tan poco de lo que vivo ahora, aunque es más lamentable que exista algo como Halley y no se haya sabido hasta ahora.  

No puedo evitar sentir más y más dudas cada vez, siento un pequeño sentimiento de incertidumbre recorrer mi cuerpo, lo que me hace divagar durante un buen rato.

-Horas más tarde-

Mientras seguía y seguía pensando sobre todo esto, escuché una voz difusa a lo lejos, miré por todas direcciones y no vi a nadie, hasta que recordé al fantasma en mi cabeza.

-Slak, ¿Eres tú? -Pregunté para confirmarlo-

-Así es, ¿Cómo te encuentras? -Me dice-

-Confuso, pero bien, creo, no sé dónde estamos.

-Yo tampoco puedo hacerme buena idea de todo esto, aunque creo que es lo más normal suponiendo que al fin y al cabo estoy en tu sangre.

-Ya lo creo.

-Por cierto, ¿No tienes hambre ni sed? -Preguntó-

-Ahora que lo mencionas, para nada, es raro por las horas que llevo aquí metido.

-¿Tú contaste horas?, yo llevo días intentado hablarte sin respuesta, es como si me pudieran inhibir de algún lado.

-¿Qué?, ¿Días?, Pero si el sol ni siquiera se a puesto en el horizonte...

-¿Te has dado cuenta que no hay sol?

Miré hacia arriba y es verdad lo que decía Slak, el cielo está azul, lleno de nubes que viajan rápidamente, pero no hay sol, ¿De dónde vendrá toda esta luz?

-Eso es nuevo.

-Llevas días perdido en tus pensamientos, no me sorprende que no te hayas dado cuenta.

El Último CaminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora