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Desastre Universal (2da Parte)

Shura y Aioros salieron lo más rápido que pudieron y entre Leo y Virgo la cabra no se aguantó. Lo recostó al arquero sobre las escaleras y volvió a besarlo frenéticamente. Su cuerpo sólo actuaba por inercia, pero le gustaba, le excitaba la situación.

Aioros:- E...esp..pera... vamos a Sagitario y ahí podrás hacer de mí lo que quieras... - Eso no era lo que quería escuchar... ¡era mejor aún!

El arquero estaba mareado, veía borroso y caminaba por inercia siguiendo a Shura quien lo arrastraba enérgicamente. La cabra estaba eufórica quería llegar cuanto antes, no podía esperar para tomarlo, comenzaba a excitarse de sólo pensar lo que encontraría debajo de esa ropa. Al pasar la casa de Libra Aioros cayó de rodillas apoyando las manos en el suelo.

Shura:- ¿Te sientes bien? - Qué pregunta tan brillante... - Ven, levántate. - Lo levantó estilo nupcial y lo llevó hasta Sagitario.
Aioros:- ¿Sabes...? - Lo ignoró prestando atención a sus pasos que ya de por sí eran bastante torpes. - Quiero beb...ber oootra copa... - Sagitario estaba realmente fuera de sus cabales...

Llegaron por fin a la casa de Sagitario y Shura lo bajó lo más "cuidadosamente" posible... ok, no. Intentando bajarlo se cayó al suelo encima del arquero... pero a ninguno de los dos le importó. Caprico comenzó a escalar al arquero lentamente desde sus piernas hasta estar frente a frente. Frotando su cuerpo en contra del de éste y sintiendo cada vez más el bulto en su entrepierna.

Shura:- ¿Quieres sentir cómo embiste la cabra...? - Lo hizo enrojecer cosa que le encantó ver. Lo tomó por el rostro y lo besó casi furiosamente. El arquero suavemente lo separó un poco, seguían en el hall de entrada.
Aioros:- Sh...Shura... vamos adentro... - Cabrita retobada suspiró y se levantó haciendo un gran esfuerzo para lograrlo.

Tomó a Sagitario y lo ayudó a levantarse cosa que fue muy difícil ya que casi no le respondían las piernas. Lo llevó a su habitación y lo recostó en su cama mirándolo fijamente como acechando a su presa. Se abalnzó sobre él volvió a besarlo a la vez que frotaba su propia entrepierna contra la del arquero. Pasó de su boca a su cuello mordiéndolo levemente lamiéndolo y subiendo hasta su oreja.

Shura:- ¿Ahora sí puedo...? - Su voz sonaba como un excitante ronroneo a la vez que no dejaba de acariciar insistentemente su entrepierna.
Aioros:- Deja de torturarme cabra... - Sonrió con malicia.
Shura:- ¿Así que te estoy torturando...? Mmm... eso es fantástico. - Disfrutaba sus reacciones, saber que él las provocaba.

La situación en los pantalones de Sagitario se ponía cada vez más dura de aguantar, dolía, necesitaba liberarse. Hizo a un lado la mano de Shura y se quitó pantalones y ropa interior, todo de un solo movimiento. Verlo así terminó por completar la excitación de Caprico. Entre movimientos algo torpes se quitó su ropa sin dejar de mirar al arquero, bien no sabía lo que hacía, pero necesitaba calmar el dolor que sentía por el exceso de irrigación sanguínea.

Aioros:- Hazlo, no lo soporto. ¡Entra ya! - Sólo lubricó su miembro y sin prepararlo ni nada lo metió cuidadosamente. - Aaaaay... - Esperó unos segundos a que se relajara un poco, le levantó las piernas sobre sus hombros y comenzó a moverse.

Al principio le dolía, nadie puede decir que no, Sagitario lo pidió de mandado, pero en realidad era virgen al igual que Capricornio.

Shura:- Está... muy... a...preta...do... - Seguía moviéndose sin darle descanso.
Aioros:- Se siente bien... - El alcohol hacía que los dolores casi no se sintiesen, pero que el placer y la excitación sean aún mayores. - Demasiado bieeen, ¡quiero más! No te detengas, por favor... - El macho cabrío llegaba a su punto, pero al ver que su arquero aún no estaba listo para explotar comenzó a masturbarlo. - ¡Mmmm...! Sí... Shura... Shura... - Suspiros, gemidos y jadeos de placer se escapaban de su boca y lo volvían más que loco a Capricornio.
Shura:- Ya casi no aguanto... Aioros... - Se dejó caer sobre él y mordió su cuello a la vez que acababa dentro suyo. - ¡MMMM!
Aioros:- Yo tam... ¡Aaaaah! - Estalló sobre su vientre y el de su compañero.