Capítulo 14

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Narra Yuuri:

- ¿Sobre qué deseas hablar?

- Mañana a las 8h00. Un auto irá a recogerte, no vayas a faltar; tengo que hablar contigo, hasta luego.

- ¡Mila espera! – intenté llamarla de regreso, pero al parecer había apagado su celular, o me había bloqueado.

Ni siquiera yo terminaba de procesar lo que acababa de suceder. Mila sonaba muy... ¿Nerviosa? ¿Enojada? No sabría explicarlo. Sonaba como si necesitase hablar conmigo urgentemente, pero ¿Cuál era la razón? ¿Por qué justo ahora?

No me había comunicado con Mila desde la vez que me ayudó a oír aquella voz que me ha estado atormentando desde hace más de mes y medio.

Me coloqué mi pijama, fui a la sala, prendí una vela con olor a canela y me senté en el suelo, justo al lado de la pequeña luz. Era reconfortante, y el olor era delicioso...

No sabía muy bien en qué momento me había quedado dormido, pero cuando abrí los ojos, eran las 7h45 y me encontraba en mi cuarto, con unas sábanas encima perfectamente acomodadas. Lo más probable es que Seung-gil me había colocado allí y que Pichit se había encargado de acomodarme para dormir.

Me levanté de la cama de un salto ¡El auto estaría aquí en menos de quince minutos!

No podía perder más tiempo.

Entré a la ducha y me bañé a la velocidad de la luz. Peiné mi cabello solo un poco, no era extremadamente relevante, al menos, no en aquel momento.

Cogí un outfit funcional, un polo verde pastel, un jean roto y unas zapatillas blancas, mi accesorio fue un reloj delicado que me regalaron unos amigos hacía ya un par de meses atrás. No se me veía mal, es más, estaba adorable.

No era exactamente mi estilo... Pero no tenía tiempo.

Le dejé una nota a Pichit y a Seung-gil en la mesa de la cocina.

"Volveré antes de la cena, no me maten ¡Los quiero!

Yuuri."

Lo más probable es que me rastrearían o algo por el estilo, luego al encontrarme me torturarían, me obligarían a ver un video sobre las cosas que un "niño malo" no debe hacer y para finalizar me colocarían un dispositivo GPS de última generación en mi ropa para ubicarme más rápido cada vez que saliese.

O simplemente me darían una buena paliza cuando me viesen de regreso. Lo que sucediese primero.

Entré al elevador y coloqué el piso al que debía ir, me vi en el espejo que allí había y aproveché en acomodar un poco mi despeonada melena.

Al llegar, salí lo más rápido que pude de la recepción y vi mi reloj, eran las 8h00 en punto, un auto negro venía a toda velocidad no muy lejos de donde yo estaba.

Se detuvo exactamente frente de mí y abrió la puerta.

- ¿Yuuri Katsuki? – dijo una voz femenina bastante melódica.

- Soy yo, ¿viene usted de parte de Mila?

- Así es, por favor suba al auto.

Acaté su indicación sin chistar y subí a aquel vehículo. Era un automóvil de diseño clásico, nada fuera de lo común, color obscuro y lunas polarizadas, lo habitual... A excepción de aquellos diseños florales que tenía en los asientos. Eran bastante auténticos y artísticos la verdad, me agradaban, aunque no del todo.

La chica que manejaba era joven. Vestía una camisa de cuello Peter Pan manga tres cuartos y una falda godet no muy corta, ambas prendas de color negro. Sus zapatos eran un par de balerinas negras de punta fina.

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