2. nice to meet you, but...bye.

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Lami

Vale, finalmente voy a admitir que su reacción fue mi culpa.

Él no lo sabía, no tenía ni la más remota idea, quizá por su mente jamás corrió la impresión de que yo era sorda, no se lo imaginaba, etcétera. Fin del cuento, la culpable soy yo por no haber hablado claro desde un principio de mi condición, sin embargo, que me sienta culpable no quiere decir precisamente que me arrepienta de estar escondiéndolo.

Cuando fui a inscribirme a esa universidad regular, con estudiantes regulares, con docentes regulares, con personal obrero regular, y todo tan común y corriente para una persona como yo, que vivió toda su infancia y parte de adolescencia en lugares que se dedicaban a enseñar de lleno a personas con discapacidades únicamente, lo primero que hice fue rogarle a las personas que se encargaron de mi admisión a que no le informarán a absolutamente nadie, a excepción del personal docente por supuesto, que yo sufría esa discapacidad. Les pedí que, por favor, respetaran mis preferencias e intentaran no anunciarlo y que, además, agradecía mucho que se dirigieran a mi como si esa incapacidad con la que nací no estuviera presente en mí.

Si hay algo que he sufrido toda mi vida es lástima por parte los demás.

Cuando mis padres les informaban a las personas de mis anteriores colegios que yo era una niña que no podía ni hablar ni escuchar en lo absoluto, la mirada de pena que me dedicaban ellos me hacía sentir como un ser inservible, inútil, pobre, desdichado...dios, no lo soportaba, lo detestaba, era horrendo, me sentía pusilánime, me cohibía, yo quería poder hablar y gritarles que dejaran de mirarme de esa manera y solo me vieran como una persona normal, no como a un maldito fenómeno desgraciado.

Y es que incapacitada no estoy, quiero decir, mi mente está cuerda, mis extremidades están completas, le puedo dar un eso regular a mi cuerpo, puedo usar mis otros cuatro sentidos a la perfección, entiendo y puedo mantener conversaciones con alguien -a mi manera, pero puedo-, soy inteligente y también soy una persona que tiene como objetivo principal en la vida, superarse a si misma.

Inscribirme en una universidad regular fue todo un reto, sobre todo por mis padres a quienes le desagradó la idea al instante. Estudiar Administración de Empresas requería un montón de sacrificio, aunque parecía una carrera fácil y sencilla, desgraciadamente iba a haber inconvenientes que no se podían evitar ni pasar por alto, pero eso no era lo complicado de la cosa. Las universidades regulares tienden a evaluar a los alumnos en general de la misma manera en su totalidad, es por ello que, las pruebas orales, las participaciones en clase, la bendita lista de asistencia eran cosas que aterraban a mis padres, como también las explicaciones, las clases teóricas, los talleres en pareja. ¿Cómo iba a poder participar en una prueba oral? ¿Cómo iba a confirmar que estaba presente cuando pasaran la lista de asistencia en un salón de más o menos treinta estudiantes? ¿Cómo iba a poder escuchar las presentaciones, las exposiciones, las lecciones que los instructores explican de manera verbal en clase?

Esas eran las principales de las mil y unas preguntas que mis papás me hacían antes de poner un pie en el campus.

Yo les iba a demostrar que ser una persona con <<discapacidad auditiva>> no me iba a impedir salir adelante, que, aunque no me creyeran posible, iba a convertirme en una gran administradora empresarial, quizá hasta podría ser la primera en toda la profesión en ser como yo. Yo me las iba a apañar como fuera y hasta ahora, me ha ido perfecto, no tengo queja alguna, no se me ha hecho complicado nada hasta ahora y los profesores, gracias al cielo, me dan el mismo trato que a cualquier estudiante y han respetado mi decisión de mantener mi secreto a salvo.

La lectura de labios, aunque no la he dominado en su totalidad, me ha ayudado bastante, la suerte de que uno de tus sentidos no funcione es que, los otros cuatro funcionan el doble de lo que normalmente lo hacen. Tengo una gran vista y por eso, no se me complica el hecho de que pueda sentarme muy atrás y, aun así, poder leer los labios del profesor que esté impartiendo la lección, en todo caso, tengo una mini grabadora que utilizo para cuando no entiendo alguna palabra o me pierda en algún tema, mi hermano las escucha y me las traduce al lenguaje de señas.

Vibrations ↔ JJK ff. ✔️ (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora