Capítulo 52

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Erick

Mis ojos arden, siento cada parte de mi cuerpo entumecerse, muevo mi pierna nervioso, siento como mi garganta arde y eso no me importa en lo absoluto. No sé en qué momento llegue al Toronto general Hospital, justamente donde se supone que ella se encuentra y donde trabaja mi mamá.

¿Una casualidad? 

Ya ni lo sé.

—Erick... — observo a mi hermana sin ningún tipo de emoción — ¿quieres que te traiga ropa limpia? ­

No entiendo lo que dice hasta que veo mi traje, ya no cuento con mi saco, que no tengo ni la remota idea de donde lo he dejado. La camisa blanca esta arrugada y manchada por todas partes de su sangre... incluso mis manos tienen sangre seca.

Intento hablar pero algo me lo impide, a lo mejor sea miedo de que a la primera palabra que diga todo se vaya a la mierda.

Aunque pensándolo bien todo se fue a la mierda desde hace rato.

—Te traeré ropa, le diré a Jacob que me lleve a casa. No lo dejes solo — le dice preocupada a mi acompañante, miro como Camila asiente, su expresión ha sido la misma desde que hemos llegado.

Llena de miedo.

¿Qué fue lo que paso?

Esa pregunta es la que ha estado atormentándome desde que empezó todo este desastre, hubo tantos factores, sin embargo, mi única conclusión siempre es... Era el momento para que ella... ni siquiera puedo pronunciar su nombre porque siento un dolor profundo esparcirse por todo mi cuerpo. Ella eligió ese momento para explotar y decirle a la persona que tiene por madre sus verdades, nunca pensé que este sería el resultado final.

—Odio los hospitales — no eres la única, es lo que deseo decirle, pero solo me mantengo callado — si no eres familiar, no te dicen nada. La única estúpida información es que Mackenzie — hago una mueca de dolor al oír su nombre — llego hace 1 hora a este maldito lugar — suspira frustrada — ¿Tu mamá trabaja aquí? — Asiento lentamente — tal vez ella pueda darnos información... Erick.

Cuando la miro parece entender el mensaje que quiero darle y agradezco no tener que hablar. Sé que mi mamá está de guardia hoy, en algún momento vendrá con noticias y espero poder estar preparado para eso.

~*~

El reloj marca las 3:00 am, llevo un buen rato mirándolo esperando que las horas y los minutos pasen rápido, aun así, la vida parece burlarse de ti, porque mientras más angustiado y nervioso estés, las noticias no llegan. Miro al siento de al lado y noto como Camila se ha quedado dormida, suspiro. Ella me estaba desesperando con cada palabra que decía y su notable positivismo. Jacob la debe de amar mucho para soportar su alegría exagerada.

Y justamente en la sala de espera aparecen Jacob y mi hermana, la última con una muda de ropa y el primero con lo que parece ser comida y café por el olor que desprende.

— ¿Cuándo se durmió? — pregunta mi mejor amigo mirando preocupado a su novia o lo que sea que es Camila para él.

Mi única respuesta es encogerme de hombros y eso parece bastarle ya que no me pregunta más nada.

—Vas a ir al baño, te limpiarás la sangre y te pondrás ropa limpia, porque basta de que estés como un vagabundo sentado ahí. Ningún hermano mío dará lastima.

No quiero levantarme, no deseo apartarme de mi asiento que justamente está al frente de la puerta por donde salen y entran doctores y enfermeras.

—Erick te estoy hablando... — su mirada es furiosa — No puedes echarte a morir si todavía no sabes que le paso a Mackenzie — me levanto furioso y agarro de mala gana la ropa.

Una Inesperada Casualidad - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora