Capítulo 66

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Erick

La galería nos recibe con ese olor típico tan característico que posee, a los químicos de un revelador fotográfico, Gin siempre se burla de mí cada vez que digo que este olor es mi favorito actualmente. Robert no ha dejado de hablar por teléfono desde que llegamos, deben ser casi las 9:00 pm, esperaba quedarme un poco más en el evento de caridad. Tengo cierto sentimiento de culpa también por llegar tarde, me perdí los discursos emotivos.

Camila y Jacob están al fondo de la galería hablando con Gin y Liam de una forma tan silenciosa que resulta sospechosa. Todos están misteriosos y eso me hace sentir excluido, porque me dan un par de miradas antes de volver a conversar entre ellos.

No sé qué decir o hacer.

—Todo listo Camila — la voz de Robert hace que lo observe — estarán aquí dentro de dos horas aproximadamente, así que deben moverse, ¿Listo Erick?

—Eh... no entiendo que pasa, pensé que me dirían en el camino, pero todos estaban concentrados en su propio mundo.

—Oh Dios mío ayúdame — se queja Robert de una forma dramática — harás una exposición especial por el día de los enamorados — la sorpresa no me deja ni siquiera protestar, además Robert sigue hablando con orgullo — es una gran idea, a la prensa le llama la atención, lo inesperado y sentimental.

— ¿Hablas en serio? — Todos asiente con una sonrisa y empiezo a preocuparme — ¡Están locos! — Vuelven a asentir sin quitar sus sonrisas cínicas — no tengo fotografías y si las tuviera, tendría que imprimirlas y ese proceso tardaría un poco, es imposible lograr lo que desean. Lo mejor es que cancelar todo y programar la locura para otro día.

—Te olvidas de algo amigo— Jacob se acerca a mí con aire despreocupado — tienes fotografías que necesitan ser reveladas al mundo, ¿y qué mejor momento que este? — Lo miro sorprendido, no creí que se acordara— Erick cuando te mudaste lo primero que hiciste fue sacar esas fotos y empacarlas, las trajiste hasta Australia por algún motivo, siento que en el fondo sabias lo que ibas hacer con ellas.

—No, no puedo — tiro de las puntas de mi cabello un tanto nervioso — eso significa exponerme y a ella también, hacerlo real, no sé si este listo para esto.

—Estás listo Erick, solo debes dar ese salto de fe — me asegura Gin — te ayudaremos en lo que necesites, seremos tu equipo de trabajo hoy. Y déjame decirte que tienes el mejor equipo de trabajo porque no te cobraremos.

Miro a mis amigos, están dementes con tan solo pensar en este plan y yo debo estarlo más para aceptarlo.

—Es hora de hacerlo — digo, Gin y Camila sueltan gritos de emoción.

~*~

Lo bueno de no vivir tan alejado de la galería, es que puedo ir y venir en menos de 20 minutos. Sentía cierta preocupación y no tanto por las fotografías, el cielo se ha puesto de un gris amenazándonos con una posible tormenta, espero que no llueva, hasta ahora ha sido un día muy hermoso.

Cuando observo las fotografías que está esparcidas por el gran mesón en mi taller de trabajo, me quedo sin respiración. Recorro con mi dedo enguantado la silueta de su rostro, la electricidad inunda todo mi cuerpo y me encuentro sonriendo. Sé que ha pasado varios meses y el sentimiento no se ha ido, eso solo significa una sola cosa.

Es un sentimiento real y puro, y por más que me duela, estoy agradecido que no se haya ido.

— Llevaba tiempo que no te veía sonreír de esa forma.

— Es diferente... — lo miro, está apoyado en el lumbral de la puerta — este efecto solo lo tiene ella sobre mí.

— Lo que estas por hacer es algo muy intenso — Es una locura total — ¿estás preparado?

Una Inesperada Casualidad - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora