Capítulo 68

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Erick


No sé cuánto tiempo me quedo mirando en dirección a la puerta por donde se fue la chica que amo.

¡Demonios todo estaba bien!

No mentiré.

Fue una sorpresa total verla delante de mí después de tanto tiempo, sé que no han pasado años, pero estos meses me han parecido una eternidad. Las preguntas que me hacia la prensa eran personales, aunque lo esperaba. Cualquiera que tuviera ojos se daría cuenta de porque tome esas fotografías.

Pero fue como si todo estuviera premeditado para que ella apareciera justo en ese momento.

¿Y porque no hacerlas? — Fue mi respuesta a la pregunta un poco cortante del periodista — hoy es un día especial, 14 de febrero... Día de los enamorados, y quise hacer esta exposición para ella.

No mentía, por alguna razón creía que donde sea que ella estuviese le llegaría el mensaje de que Erick Miller la seguía amando y que deseaba estar con ella.

—Todos conocemos a la señorita de las fotos señor Miller — asiento — ¿Cuál es el mensaje oculto detrás de estas imágenes tan significativas?

—Es que no hay ningún mensaje oculto — río, pensé que era claro y aunque no deseo explicar por qué la razón verdadera. Doy una que se asemeje a la realidad — Hace casi un año conocí a una chica, tan distinta a mí, una chica con unos ojos atrapantes, en pocas palabras un Ángel hecha persona, era imposible que un mundano como yo no se enamorara.

—Le está dando muchas vueltas a mi pregunta señor Erick — este reportero me está sacando de quicio, noto la mirada de Robert que me pide calma.

Respiro profundo antes de decir lo que por muchos meses he callado por miedo.

—Es la chica de la que me enamore, mi inesperada casualidad, mi mayor amor. La chica que logro tocar más allá de mi alma.... — el reportero me mira impresionado y me siento bien con mi respuesta a pesar de que me sienta nervioso, espero la siguiente pregunta con ansias.

—Señor... — trato de ubicar a la dueña de esa voz, pero hay tantas personas que me cuesta un poco — ¿podría decirme el nombre de la chica?

—Mackenzie Wells, señori.... — mis palabras quedan aplacadas cuando unos ojos azul intenso que conozco tan bien me observan como si fuera una especie de espejismo.

—Huía de ti... de tu recuerdo. ¡Y estabas en la misma cuidad que yo! — Si estoy soñando no deseo despertar —ironías de la vida — dice con su voz melodiosa — tú... hiciste esas fotos para mí... Erick Miller— como extrañaba oír mi nombre dicho por ella, por eso reacciono ante esas simples palabras.

—Eres una estrella muy escurridiza, lo sabes ¿no? — puedo sentir como su pulso esta igual o incluso más acelerado que el mío a pesar de no tocarnos.

—Las personas nos observan —ni siquiera me importan que nos observen, tenerla delante de mí es algo que tiene mi total atención.

—Créeme te observan a ti, siempre se trató de ti Mackenzie — sonrío y esta vez siento la felicidad inundar cada parte de mi ser, a pesar de la timidez que me muestra, es ella... mi pequeña estrellita.

Un ángel dentro de este mundo lleno de personas mortales.

— ¡Por el amor a Dios bésala antes de que lo haga yo! — Camila habla y con eso logra hacernos reír a ambos.

Una Inesperada Casualidad - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora