Una bella pelinegra se encontraba acomodando un canasto con unas frutas al tiempo que la imagen del rostro del joven de cabello alborotado vino a su mente haciendo que su corazón empezara a latir a prisa.
¿Qué me pasa?, parece que mi corazón se quisiera salir de mi pecho, pensaba la pelinegra al tiempo que prefirió dejar lo que estaba haciendo para tomar asiento en una silla para ver si así los latidos de su corazón volvían a la normalidad.
Milk, ya llegue, escucho la pelinegra al tiempo que su corazón nuevamente empezó a acelerarse.
Qué bueno, dijo Milk mientras colocaba su cabeza sobre la mesa.
Milk, traje muchas manzanas y están deliciosas, creo que no deberías llevártelas todas al pueblo al menos deja unas cuantitas para que me hagas ese pastel de manzana que me encanta, decía Gokú.
No, te preocupes, no me llevare todas, respondió Milk con dulzura.
¿Te pasa algo Milk?, dijo Gokú al ver a la pelinegra con sus cabeza apoyada en la mesa.
Me siento un poco mal, respondió Milk.
¿Acaso estas resfriada?, dijo Gokú.
No aun no, pero a lo mejor me voy a resfriar, iré a acostarme un rato, en cuanto me sienta mejor continuo arreglando el canasto que llevare al pueblo, dijo Milk mientras se ponía de pie.
Yo lo arreglaré por ti Milk, tú ve a descansar, respondió Gokú.
¡Gracias¡ dijo Milk.
La pelinegra continuo su camino a su habitación mientras el apuesto jovencito de cabello alborotado la miraba con preocupación.
No me gusta que te enfermes Milk, no me gusta verte triste cada vez que te enfermas porque ello me duele, me duele mucho, preferiría ser yo la persona que se enferme que tú, tu después de todo eres una niña, una frágil niña así aparentes fortaleza, pensaba Gokú mientras empezaba a acomodar el canasto con frutos.
Habitación de Milk:
Una bella pelinegra se encontraba acostada sobre una pequeña cama con su mirada fija en el techo mientras pensaba: No comprendo que me está pasando, últimamente me siento muy extraña ante la cercanía de Gokú o al escuchar su voz, mi corazón se acelera mucho, siento mi cuerpo temblar, no comprendo porque antes eso no pasaba. A veces pienso que estoy siendo presa de algún mal extraño por eso late tanto mi corazón, le diré a la señora Uranai cuando vaya al pueblo que me diga que remedio puedo tomar para poder sentirme mejor.
La pelinegra cerro sus ojos e intento conciliar el sueño pero por más que lo intentaba no podía pues el rostro de su amigo aparecía en su mente haciendo que los latidos de su corazón volvieran a acelerarse.
No comprendo, ¿qué me está pasando con Gokú?, tal vez sea mejor ir de una vez al pueblo, no puedo seguir así, si iré al pueblo, no puedo seguir sintiéndome tan extraña, pensaba la pelinegra mientras se sentaba sobre su cama.
A los pocos minutos la pelinegra salió de su habitación pero al hacerlo se encontró con su apuesto amigo que traía en sus manos una taza con una infusión,
Qué bueno saber que te sientes mejor, dijo Gokú con una encantadora sonrisa que puso nerviosa a la pelinegra.
Si, ya me siento un poco mejor, respondió Milk nerviosa.
Te traía un té, dijo Gokú.
¡Gracias¡ respondió Milk recibiendo la tazita.
¿Piensas ir al pueblo?, pregunto el jovencito de cabello alborotado con curiosidad.
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"Cautivos de amor"
RomanceGokú y Milk perdieron a sus padres en un accidente siendo ellos los únicos sobrevivientes de este, ambos viven desde niños solos en un bello bosque desarrollando ambos sentimientos mutuos conforme van creciendo.