8. Don't cry.

87 6 4
                                    

"Algo está cambiando en tu interior,
Pero tú no lo sabes.
No llores ésta noche,
Aún te amo bebé.
Hay un cielo sobre ti nena.

Dame un beso antes de que tú me digas adiós,
No lo pongas más difícil ahora,
Y no te lo tomes tan mal,
Yo todavía pienso en ti,
Y en el tiempo que tuvimos, nena.

Y por favor recuerda, que nunca mentí.
Y por favor recuerda como me siento ahora por dentro cariño.
Estarás bien ahora dulzura, te sentirás mejor mañana,
Ahora llega la luz..."

-Ángela.. -la llamé con voz suave, estábamos en su recámara viendo películas pero de un momento a otro me quedé, nos quedamos, al parecer, profundamente dormidos.

Habíamos empezado bien, ya no me sentía tan mal.

a quien engaño, a ella, por lo menos sí.

La película y el descanso estuvieron de maravilla, lo que no, fue que no pude concentrarme cuando ella me besaba o trazaba alguna caricia, sintiendo su cariño completamente, pero que no me causaba algún sentimiento en lo absoluto.

Ahora solo recuerdo haber cerrado los ojos cuando ella me besaba suavemente el cuello, nada sexual, solo transmitiendo cariño, susurrando cosas lindas mientras ocasionaba que la culpa me abrazara otra vez al sentirme tan lejano cuando estaba recostada en mi pecho.

Y después no supe más.

Sólo desperté algo desconcertado revisando la hora y ahora me ven aquí tratando de despertarla.

Besé su nariz al ver que después de todo seguía sin irrumpir en su burbuja de sueño y descanso temporal.

-Angie...-volví a llamarla mientras acariciaba su mejilla con mis nudillos.

Era realmente hermosa, por dentro y por fuera, que sabía que dolerá horrible el día que tendré que dejarla ir.

Un pequeño quejido la abandonó, se removió y abrió los ojos lentamente, encontrandome de frente esos ojos ámbar.

Sonrió- Si cada que vengas a ver películas, vamos a quedarnos dormidos haciéndome despertar de tal forma y, ver tu hermosa cara, ven todo los días por favor -su voz sonó pastosa y riendo me besó la frente haciéndome reír también.

-Tonta -reí apenas abrazandola levemente y me incorpore dispuesto a levantarme siendo jalado por ella-, niña tengo que irme, ya es tarde -susurre con diversión viendo como se abrazaba a mi brazo derecho. Negó.

-Quedate otra ratito por favor -suplicó con un puchero provocandome ternura.

-Son pasadas las ocho, tendré que pedir un taxi y seguro mis padres y Fizzy me esperan para cenar -le sonreí mientras era liberado y me levantaba a ponerme los zapatos.

Bufó-. Bueno -suspiró-, conste que te dejo ir porque es tu mamá y la quiero, también porque no quiero que te castiguen y prohíban venir -sentía su mirada sobre mi, me giré y se veía, como explicarlo, se veía muy tierna, con el cabello despeinado y la cara hinchada con las marcas de la almohada.

Sonreí al sentir un pequeño y discreto hormigueo en el pecho por la felicidad.

Me acerqué y dejé un casto beso antes de salir, toparme a su madre y partir a casa.

~¤~

Al día siguente todo el avance de Ángela por ayudarme a sentirme menos miserable, se fueron a la verga.

Friends?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora