25. Ahora Lo Entiendo.

57 3 7
                                    

"Todo comenzó como un juego tonto que no puedes ganar,
Supe que jugaba con fuego,
cuando no lo pude apagar.

Cuando una llama quemaba mi piel,
Y cuando ya no había nada que hacer,
Siempre que juegas te puedes perder.

Y ahora lo entiendo,
Te dejé ir.

Como te entiendo que te alejaras de mi,
Y cuanto lo siento,
Por fin lo entendí
Ya no estabas aquí .

¿De qué sirve al fin saber si...?

Y de repente no puedo pensar,
Toda mi mente se fue a donde estás.

Cuando me encuentro es cuando te vas..."

Narra Harry.

Con un nudo en la boca del estómago y la sangre en mis venas corría con una pizca de enojo en ella, ardiendo y quemando a su paso, me arrojé sobre mi cama, odiaba todo y a todos ahora mismo, me sentía tan irritado y frustrado, quería golpearme y golpear a todos los que fuesen capaces de venir a irrumpir mi semi cómoda y solitaria estancia en estas cuatro paredes.

Mi cuerpo ahora era un puto mar de sentimientos que partían desde la tristeza y humillación hasta el enojo y la rabia, la indignación saliendo a flote en su mayoría, pero repitiéndome que soy mejor que ello, mi orgullo latente ante todo, un pinchazo en el corazón y otro en la cabeza, que el simple hecho de recordar a Louis abrazando a Alex o viceversa me hacía querer correr y lanzar todo, matarlos a ambos, me molestaba tanto su cercanía, malditos bastardos.

Aborrecía el hecho que Alex le diera su confianza y atención cuando al único que debía dársela era a mí, a mí.

Pero entonces también aborrecía el que Louis sonriera y bromeara con él, ¿qué le sucedía? Sólo era mi bufón, no el de Alex.

Son un par de imbéciles que no saben valorar, los detesto a ambos pero también los quiero, pero separados no juntos.

Alex era mío.

Y Louis también.

No. No.

¿Qué estás pensando Harry?

¿Louis tuyo? Por favor.

JA JA JA.

Sí lo es.

Mierda, ¿qué putas estoy pensando?

Por un jodido momento siento como si estuviese... ¿Celoso?

Ajá, obviamente que no.

Por mí que se jodan ambos.

Con los dedos temblorosos aprieto una de las almohadas y soltando un gruñido la arrojo lejos.

Y luego de ese van varios junto a diversas maldiciones como si con eso pudiera torturar a los causantes de esto.

Mi corazón late desbocado a un sólo paso, o latido, de safarse de su lugar y correr, correr lejos de mi, e ir quizá, sólo quizá, a donde cree que pertenece.

Pero si yo no lo sé, ¿cómo él lo hará?

Querido corazón ¿sabes a dónde perteneces?

Porque mi cerebro no lo sabe, es cuando un millar de recuerdos con Louis me nublan la mente y otro piquete da a mi pecho.

Friends?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora