Caught in a Lie [Jimin X TU +18]

NUEVE

17:00

– Hoy fue un pésimo día para ti. - le dijo Jimin mientras le abría la puerta de la casa a _____ dándole el paso.

– Ya pasó, creo que no fue para tanto - intentó sonreír - Solo fue el susto del mundo.

Jimin no contestó. La miró fijamente, con unos ojos de preocupación. Pensó en lo que le había dicho cuando estaba ebrio, & por Dios, se maldecía mil veces por haberlo hecho. Ella no se merecía algo así.

– Iré a tomar un baño, me siento tensa. - le dijo _____ & regalándole una última sonrisa se dió la vuelta para dirigirse a las escaleras.

Jimin tomó de su mano para detenerla.

Pero casi se le va el alma.

Ella cayó al suelo de rodilla, colocó sus manos en la cabeza, soltó un pequeño grito, le dolía.

– ¡_____, ¿Qué tienes?! - Jimin se arrodilló a un lado de ella & la tomó por los hombros intentando calmarla.

Un recuerdo. Su cabeza dolía.

Miró unas escaleras, pero no eran las de la casa de Jimin. Al principio de las escaleras había un hombre algo mayor, con barba, ropa formal pero desarreglada, con una botella de tequila en la mano & la otra mano empuñada.

Miró sus mano, tenían gotas de sangre & morados en algunos sitios.

– ¡Vete de aquí, lárgate de mi casa, pequeña perra! - escuchó a medias salir de la boca de ese hombre mientras bajaba las escaleras.

Estaba justo frente a ella, ahora su cabeza dolía más, no se podía mover. Tenía a ese hombre de frente & vió como alzó su mano para pegarle, pero una mujer se interpuso entre ellos.

Una mujer. Cabello oscuro, corto & con algunas canas, pero no sé miraba de demasiada edad.

Empujaba a ese hombre, parecía que evitaba que tocará a _____, pero un golpe a mano abierta departe de ese tipo la hizo caer al suelo.

Parpadeó un par de veces & volvió a la realidad.

– ¡____, responde! - la agitó un par de veces.

– Jimin... - su voz salió suave, demasiado baja. Eso le preocupó aún más a Jimin.

La tomó entre sus brazo - ¿Qué te pasó?

– Jimin, no me siento bien... - & se desmayó en los brazos de él.

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20:00

– Jimin... - fue lo primero que sus labios dijeron en el momento en que abría los ojos recobrabdo el sentido.

Estaba en cama, cubierta por las sábanas. Escuchó unos pasos & luego una mano tomó de la suya.

– _____, ¿Cómo te sientes? - Le dijo Jimin pasando su otra mano por el cabello de la chica.

– ¿Cuánto tiempo estuve inconciente?

Jimin suspiró - Tres horas. - ella cerró los ojos & también suspiró. - ¿Qué te pasó?, ¿Por qué gritaste & te agarrabas la cabeza? - la miró frunciendo el entrecejo - ¿Recordaste algo?

Ella negó rápidamente - No, no es eso. - mentira.

– ¿Entonces qué pasó?

– Me empezó a doler la cabeza, era un dolor punzante, era muy fuerte. También el estómago, sentí como una sensación punzante. Fue horrible, me empezó a faltar el aire. - Mentiras & más mentiras. - Creo que por eso me desmayé.

– Te llevaré al hospital - se levantó de la cama, pero _____ agarró su mano.

– No, no es necesario.  - le sonrió la chica.

Él ladeó la cabeza & frunció el ceño - ¿Segura? - ella asintió, ocasionando que Jimin soltara un suspiro - Está bien. - la miró mientras se volvía a sentar a un lado de ella. - ¿Te sientes mal aún?

– No Jimin, ya no me duele la cabeza, estoy bien.

– No me refería a eso. - ella lo miró - _____, perdóname.

– No tienes que disculparte. - ella le sonrió mientras negaba con la cabeza.

– Fui una mierda.

– Jimin no es así.

– ¡No lo niegues! - gritó. Estaba molesto. - Soy una mierda. - estaba molesto consigo mismo.

Ella lo miró sin decir nada, al fin & al cabo, ¿Qué podía decirle?

Él le soltó la mano & se levantó de la cama. Se dirigió a la puerta - Perdóname. - le dijo sin mirarla & salió de la habitación.

Caminó hasta su habitación. Entró & cerró la puerta de golpe.

Golpeó la pared con su puño & aguantó el querer soltar un grito de frustración.

– ¿Por qué soy así? - decía para sí mismo. - ¿Por qué no puedo ser bueno con ella si ella es buena conmigo? - volvió a golpear la pared. - ¿Por qué soy una mierda de persona? - estaba molesto, demasiado, la ira lo estaba consumiendo a tal punto que algunas lágrimas se le empezaron a escapar de los ojos - ¿Por qué no puedo amarla si eso es lo que quiero? - dió más golpes.

Muchos más golpes, más seguido & más fuertes. A tal punto que sus nudillos empezaron a sangrar. Lo gracioso era que él ni siquiera sentía ese dolor. No dolía tanto como el saber que lastimaba a _____.

Se dejó caer de rodillas en el suelo. Escondió su cara entre sus mano apoyándose en la puerta. Lloraba, aunque no quería, lloraba.

& Ella estaba tras la puerta. Escuchando absolutamente todo lo que Jimin decía.

Se llevó la mano al pecho, empezó a sentirse mal, ¿Por qué le dolía tanto escuchar a Jimin así?

Ella también quería ser amada por él.

– Jimin. - lo llamó tras la puerta. Él no contestó - Jimin, ábreme. - le decía con voz suave.

– Vete de aquí, _____. - se escuchó su voz baja, una voz triste. Nunca lo había escuchado así.

– ¿Enserio quieres que me vaya? - se hizo un silencio. - Entonces ábreme la puerta, Jimin.

Enserio quería estar con él.

Se escuchó la cerradura de la puerta & luego la puerta fue abierta. Ella entró mirando a Jimin de pie tras la puerta con la cabeza baja.

Él sí quería estar con ella.

Se miraron. No dijeron absolutamente nada, no era necesario. Sus miradas decían todo.

Ella se acercó & sin dudarlo lo abrazó.

Fue un poco incomodo al principio, pues él no se movía. Pero no le importaba, ella sabía que aunque él se reprimiera, él la necesitaba.

Sintió por fin los brazos de Jimin rodearla por la cintura. La abrazó fuerte, & un gran suspiro salió de su boca, se estaba desahogando.

– _____. - la llamó. Ella levantó su cabeza para mirarle.

– Escuché todo, Jimin. - le confesó la chica. Él se asombró un poco por eso - No tienes que torturarte de esa manera - llevó su mano derecha a la mejilla de Jimin, & suavemente con su dedo pulgar le acarició - Me lástima verte así.

– _____, yo... - pensó bien sus palabras, dudó, hasta se quedó congelado por un minuto.

– ¿Qué pasa, Jimin? - ella ladeó la cabeza.

Él tomó la mano de _____ que seguía acariciando su mejilla. Le acarició la mano, cerró sus ojos, se sentían bien esas caricias.

– Creo que me he enamorado de ti.