Caught in a Lie [Jimin X TU +18]

VEINTE

MARATÓN.

Park.

- Mi gran amigo, Min Yoon Gi no vendrá a la fiesta que estoy organizando - decía el chico con todo indignado hablando por celular.

- No me hagas ese tono de indignado, Park. - le decía su amigo con risas. 

- Estoy indignado.

- ¿no crees que es mucho para... - fue interrumpido.

- ¿Lo dice el que planeó un juego de busca y encuentra sólo para que la chica que le gusta perdiera y fuera su sumisa? - hubo un profundo silencio  tal vez por tres minutos, y luego lo único que se escuchaba del otro lado del celular era el tono avisando que le habían cortado la llamada. - Tarado.  - dijo en una risa fugaz.

Guardó su celular dentro del bolsillo de su pantalón.

Era el momento y lugar indicado.  Todo tenía que ser perfecto.

Kang.

Que maldito viaje para una fiesta, la verdad no quería ni tenía ánimos de ir a esa fiesta, pero si quería conservar su trabajo tenía que ir.

Tenía ya mucho hundida en una gran depresión y lo más triste es que estaba completamente sola sin tener con quien hablar ni desahogarse más que su almohada que seca sus lágrimas por las noches.

Esto de recordar le había pegado duro. Ya tenía mucho viviendo con la realidad de su vida, ya había dejado todo atrás y había continuado con su vida, o algo así.

Pero esto de haber recordado todo de golpe, uf... si dolió más que antes. 

A parte de que estaba lidiando con la situación de que se había enamorado de un chico que le mintió, la engañóy se aprovechó de su condición.

¡Pero joder! Como se había enamorado.

Llegó al lugar de la fiesta empresarial, aparcó su pequeño auto, nada lujoso ni extravagante como los que vio con Jimin ni como el que la atropelló, claro.

Si algo estaba claro es que no necesitaba todas las prendas lujosas que Jimin le compraba para verse espectacular.

El rojo es el color de la seducción.

Entró al gran salón donde sería la reunión, quedó algo aburrida  de estas fiestas cuando estuvo con Jimin. Pero aprendió demasiado.

Aprendió cosas que le serían muy útil ahora. Lo principal, a la gente rica tienes que recordarle una y otra vez que lo es.

El lugar era fantástico, habían colores dignos del nombre de la empresa a la que representaba. Colores Dorados, beige y perla. Eran colores que hacían resaltar los diamantes que estas personas ricas usaban.

Tomo una copa de champaña de un mesero que le ofreció y después de un gran suspiro camino hasta el interior del salón para llegar hasta sus demás colegas.

Hablaba de cosas de la empresa, no tanto laborales sino como chismes de esta semana. Ella miraba una y otra vez su vestido.

Jimin decía que siempre tenías que verte bien en estas fiestas, sino serías el tema de conversación de mucha gente. 

Si, se estarán preguntando porqué piensa mucho en Jimin.

Pues...