Capítulo XVI

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Amy siempre pensó en que la sabiduría y la sed de conocimiento era primero o bueno, hasta que Taiki llego, rápidamente tomo su vida y le dio un giro de 180 grados. Nunca se arrepentiria, no por que fuera una niña que se deja llevar por el primer amor, al contrario. Era una mujer que amó a otros, que amaba a sus amigas, a su familia y su carrera, por eso entendió que la primera vez que despidieron sufría por amor, ahora él regresaba y no lo dejaría ir.

-Entonces crees poder dar con el lugar?

-No. Esta en la Tierra pero al parecer protegido por energía poderosa y silenciosa, parece que migra de lugar cada tanto tiempo. -Respondio mientras seguía tecleando.

-Esta bien, podemos esperar otro ataque y terminar todo. -Decía Minako, las dos estaban en la casa de la sailor del conocimiento.

-No es tan fácil aceptar que no puedo algo, quiero ayudar, terminar...

-Tener tiempo con tu novio sin miedo a que nos ataquen, lo sé. -Las dos se vieron durante un rato y ganó un suspiro de las dos.

-Luego seguirá el problema con las exteriores. -Tomo de su limonada mientras meditaba la situación.

-Nada, Usagi merece felicidad, no sólo nosotras merecemos una vida normal mientras ella se sacrifica, ahora que sé el amor que tiene por Seiya no le daré la espalda, yo la vi sufrir en silencio y no es vida para nadie. -Levantó su limonada y de un trago acabo. -Esto no llena, tienes algo con alcohol?

Amy la miro durante un minuto a los ojos sin poderlo creer, luego ella misma camino a las vitrinas y saco una botella de whisky junto a dos vasos limpios. -Por mi fracaso en encontrar el escondite.

-Por lastimar a Kaito que no merecia nada malo.

Las dos tomaron el primer trago y las caras con pucheros no se hicieron esperar. -Esto sabe mejor entre más bebes. -Dijo la sailor del amor.

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Usagi caminaba rápidamente por las calles, hacia recibido una llamada de su amiga balbuceando refranes bien dichos y la preocupo pero lo que la hizo empezar a andar fue la voz de Amy diciendo que le gustaba leer mangas en secreto. Las dos fácilmente dijeron que estaban en casa de la peli-azul y llamo a los chicos como refuerzo. Al llegar al departamento sabía que estaba algo mal, ña puerta abierta, música salsa.

-Chicas. -Entro con preocupación y las vio ahí sentadas cantando con sus vasos llenos de una bebida oscura.

-Hola Usagi princesa de la Luna. -Saludo primero la rubia.

-La Luna...  Es redonda y un satélite... Miranos, somos planetas y ella satélite y nos gana. -Hipiaba Amy mientras apuntaba a la recién llegada. -Pero que importa! Pluto ya no es planeta y ahí está ella, quitenle el broche, no lo merece. -Susurraba mientras fruncia el ceño. -No hay lógica en nuestras vidas.. Tokio de cristal y lleno de sismos... moriremos incrustados en vidrios.

-Calma, por favor.  -Usagi reia mientras se abochornaba por las cosas que decía su amiga. Las miro y no pudo evitar reír.

-Si, si, yo nunca lo pensé, tu eres el cerebro, guianos sabía Amy. -Empezó Minako mientras le daba otro trago a su bebida. -Tokio de metal... Tokio de algodón...  TOKIO DE WHISKY! Dale Usa, ten... Tu vas a brindar por... A ver Amy saca el cerebro. -Todas las palabras eran arrastradas y algo difusas pero ella estaba enérgica,  puso la botella en los labios a su amiga.

-Por... Por... Ser la princesa lunar!! Por la libertad!

-No creo que esto... -El líquido fluyó por su garganta por que Minako lo había embutido en su boca.

No másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora