Capítulo XII

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Rei Hino no se creía alguien que se sorprendiera fácilmente, hasta cierto punto se creía alguien de cabeza fría y capaz de actuar en circunstancias que ameritaban ser fríos y calculadores, pero en esos momentos tenía dos grandes dilemas que la hacían sentir un sin fin de sentimientos contradictorios.

Corrió rumbo al templo, los tacones que usaba eran las alto que los del traje de sailor así que de le hizo molesto y maldijo el momento en que eligió ese calzado para verse formal en la junta en la empresa de su padre, poco le importó el dolor que empezó a emanar de uno de sus pies, la imagen de Setsuna y Mamoru besándose la atormentaba. Los había visto de lejos y cuando se iba acercando a saludar se llevo la sorpresa de su vida al verlos abrazarse y besarse, cuando había pasado todo eso? Cómo decirle a su mejor amiga?

Las escaleras del templo nunca habían sido tan largas, una parte de su cerebro le decía que era por ser tan débil, ese era su otro problema, todas tenían transformaciones nuevas y poderosas, ella aun no, siempre ella era de las primeras en entender o adquirir un poder y ahora era lo contrario, no había duda que ahora solo era un estorbo. Tan pronto las escaleras terminaron un tacón la hizo caer, tirada en el suelo pensó en lo miserable que se estaba volviendo todo.

Miro el templo, su abuelo ya no se hacía cargo desde que había enfermado y ella se metió de lleno a la administración de empresas, algunos días ayudaba o hacia eventos al templo con su función de sacerdotisa pero el que en realidad llevaba toda la responsabilidad era su eterno enamorado, Nicolas.

-Estas bien? -Ahí estaba frente a ella con su mano ofreciendo ayuda, se alegraba de haber escogido un pantalón de vestir y no una falda o seria una burla. Acepto la ayuda de su prometido.

-Perdona. Ha sido un día largo. -El solo sonrió y camino a seguir barriendo la entrada del templo, los dos no eran románticos, no por el joven que se desvivia pero la morena tenía un carácter muy duro y más si se le molestaba, en ese momento Rei sintió pena por ser siempre la que rompía esos intentos de ser cariñoso, ya que ahora necesitaba ese cariño.

Lo miro ahí tranquilo y concentrado en su labor con su traje del templo, suspiro y entro a cambiarse a algo más cómodo, no noto la mirada triste de Nicolás ni tampoco que se le había caído la argolla de compromiso así ganando más amargura en su prometido, este solo recogió y la metió en uno de sus bolsillos.

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-Entonces por que crees que tenga la luna? Digo Galaxia no era tu tía o si?

-No Minako, no tiene esencia de Galaxia si pones atención. -Las cichas veían a Chibi-chibi y esta solo sonreía.

-Dejemos ya eso, vamos por comida. -Yaten tomo la mano de la rubia ganando un sonrojo de ambas partes.

-Qué par. Traigan pizzas. -Se despedía Seiya mientras se burlaba. La pelirroja les decía con la mano adiós mientras Usagi la cargaba.

-Cómo sea.

Una ves estando a solas la pequeña se fue a la habitación del chico.

-Todo esto es tan difícil, la gente nunca había sido herida. No se Seiya Yahoo Chibi-chibi con la insignia lunar y Mamoru esta con Setsuna.

-Te molesta? Que estén juntos? -El joven la miro con miedo.

-No, solo... Te explico, por favor solo escucha hasta el final. Hace miles de años había reinos en la Luna y en la Tierra, vivían en armonía, la reina Serenidad gobernaba con amor, tuvo una hija que tanto deseaba. Su hija Serenity era una curiosa y en algún momento de su vida conoció la Tierra y quedo enamorada del lugar y de su gobernante, ellos se amaban, pero no podía ser, aun no era tiempo y se veían a escondidas, se amaban con devoción, un día un traidor de la Tierra se apoderó de la reina Berly para impedir seguir con el reino lunar, por que en ese lugar estaba el legendario cristal de plata y lo anhelaba, mato a todo ser que se interpusiera, sailors, civiles a Endimyon su propio príncipe y también a Serenity, la reina de la luna se sacrificó para revivir a todos y darles una oportunidad más. Serenity tuvo su reencarnación en Usagi Tsukino y Endimyon en Mamoru Chiba, todos tuvieron otra oportunidad. -Tomo aire y vio al chico totalmente concentrado escuchando todo detalle. -Usagi odiaba a Mamoru, Mamoru veía a Usagi como una niña, entonces Berly regreso y todos los recuerdos llegaron como un rayo.

-Lo amaste al instante. -Algo de tristeza había en su voz y la rubia ignoro su comentario.

-Como Serenity fui habilidosa, con muchos talentos, y yo, torpe y llorona... -una risa cínica salio de sus labios. -No sé, tal vez fue lo hermoso que pintaba la vida si yo me quedaba con Mamoru. Luego, llego Chibi-Usa, y fue aun más hermoso, que adolescente no se enamora de ser una reina con vida eterna, todo arreglado. Ella llego diciendo de un futuro hermoso y de repente ya tenía una hija que había regresado al pasado, una hija de Mamoru y mía.

Seiya no creía lo que escuchaba, su bombón ya tenía una línea que cumplir, algo en el se rompió pero trato de ignorarlo.

-Esa pequeña que aunque fuera un dolor de cabeza, la ame y la amo. -Sus lágrimas empezaron a caer. -Pero a esta edad entendí algo. -Lo miro con determinación. -Yo elijo que ser.

El joven caía en cuenta que la chica le estaba diciendo lo que él siempre había querido escuchar pero antes de alegrarse, unos labios le presionaban en la boca, su cerebro trabajo lento y su mirada vio los dos odangos sierva de su cara y la esencia de fresas pegarle en la nariz, su bombón le estaba besando y estúpidamente estaba desperdiciando la oportunidad, rápidamente le tomó de la cintura y correspondió el beso, se sentía en el paraíso mientras que los dos solos en la sala se besaban con curiosidad y cariño.

-Usa!!! -El grito de Minako Aino se escuchó en todo el vecindario.

Hola!!! Al fin lo que quería, amo a la pareja de Yaten y Minako pero más a Usagi y Seiya!!!

Besos.

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