Una semana demasiado agotadora para todos, las sailors estaban al fin de vacaciones pero todos los días había ataque de youmas, afortunadamente sus poderes nuevos ayudaban a contenerlos y derrotarlos, para los chicos era igual de agotador, Yaten había renunciado a ser entrenador y se había puesto a trabajar con su hermano, mientras que Taiki ya se había matriculado en la escuela, empezaría en el próximo ciclo y Seiya ya había empezado en su gira promocional dentro de Japón, al parecer todas sus fans no lo habían olvidado y pronto empezaría su sencillo por los buenos números en encuestas.
Usagi suspiraba mientras Luna seguía tecleando en su computadora, ya llevaba todo el día con Artemis en la pantalla, hablaban de los avances para dar con Mamoru y sobre las puertas del tiempo. Prendió la radio mientras veía el periódico para buscar un trabajo de docente, estaba algo pérdida cuando escucho una voz conocida no podía confundir la voz de Seiya.
-Entonces dinos Seiya, alguna chica especial en tu corazón? -Pregunto el locutor.
-Claro, por ella volví, es la dueña de mi vida entera.
-Será alguna chica que nos este escuchando?
Una risa jovial de Seiya la hizo reír también a ella y Luna la vio, hacia tanto que no veía a Usagi feliz, relajada y soñadora, a pesar de los ataques no la había visto llorar o decir que quería una vida normal, sonrió y volvió a su compañero.
-No sé si este escuchando, es algo torpe.
-Hey! -Grito la rubia al aparato.
-Pero si me escucha. Bombón te amo.
Se congelo la chica y se sonrojo, se toco el corazón mientras escuchaba como el locutor le decía que era todo un galán y que las líneas estaban llenas de llamadas de chicas asegurando que eran la afortunada bombón.
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-Dime rey de la Tierra, cómo derrotar a esas sailors?
-Tenemos que ir por la princesa. -Ahí estaba Mamoru viendo por la ventana de uno de los tantos edificios de Tokio, veía la gente pasar y reír sin preocupaciones y sentía más rabia por que él nunca pudo vivir así desde que era un niño.
-Entonces iremos por ella. Como hacerla separarse de sus guardianes.
-Ella es estupida, caerá si cree que estoy en peligro. -Se apartó de la ventana y vio a Caos que sonreía.
-Perfecto. Entonces hay que ir.
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Setsuna estaba en su departamento, pronto llegaría Hotaru y no quería preocuparla, desde temprano se sentía mal, había tenido un cansancio extremo por lo tanto estaba tirada en cama.
-Mamá, llegue. -Ya estaba en casa y ella tenía que pararse y fingir que no sentía nada, camino por el pasillo lentamente y la vio en la sala tomando agua.
-Te ves inquieta.
-Solo pensaba. Mamá te ves palida.
-Claro que no. -Parecía que su cuerpo la traicionaba ya que sintió un mareo y se sujeto a la pared. -Solo tengo sueño.
-Te llevare. -Aun y con todo el lio de la separación de Usagi y Mamoru y la relación de su madre con él, Hotaru amaba a Setsuna y la cuidaba. La recostó en su habitación y se fue a la sala para hablar con Haruka y Michiru, ellas sabrían que hacer.
Pasaron los minutos desde la llamada y sentía nervios de que pasaba, por que tardarían. Estaba en la sala viendo la puerta de entrada con ansias, pronto vio la cerradura moverse y entrar Haruka y detrás a Michiru, las dos tenían un semblante preocupado y molesto, la aguamarina tenía una bolita de una farmacia en la mano y paso directo al cuarto de Setsuna.

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No más
Любовные романыQuería sentirse libre y amar sin ninguna restricción, no tener un destino que cumplir.