~☆ ~☆ ~☆ ~☆ ~☆ ~☆ ~☆Existen niños los cuales mueren por autos de juguetes o niñas por muñecas y maquillaje.
Pero el pequeño JiMin no era uno de esos niños, el tenia algo con lo que estaba obsesionado, esas manchitas que no tenian una forma exacta, blancas y negras; Las vacas, eran algo que definitivamente el pequeñito amaba.
Incluso caminaba por el pasillo de su colegio con su lonchera de manchitas de vaquita, su gorrito con cuernitos de vaquita, sus guantes para el frio tambien de manchitas negras y blancas, era un niño muy pequeño tanto de edad como de estatura, no era gordito, pero sus mejillas eran lo más regordetas y rojitas que puedes haber visto.
Robando la miradas y murmullos de todos sus compañeritos de escuela.
Caminaba con su cabeza baja, mirando sus zapatitos negros, no queria mirar a su alrededor, no soportaba ver como los demas niños se reían de el.
Así había sido desde su primer dia de clases, se burlaban diariamente de el. Lo apodaban "El niño vaca".
No tenia amigos, solia estar solo todo el tiempo, no hablaba durante su estancia en la escuela, era muy tímido.
Se sentó en una de las bancas cerca de el campó de futbol, colocó su lonchera aun lado y miro a aquellos niños que corrían detras de un balón, arrugo su narizita y fruncio su ceño, como podian esos niños ver divertido correr detras de un objeto.
Aparto su mirada y abrio su almuerzo antes de que el timbre sonara, sonrió al ver que su mami le habia preparado salchicha con forma de pulpos, tomo uno y justo cuando le iba a dar la primera mordida sintió un golpe en su rostro, provocando que su almuerzo cayera al suelo.Formo un pucherito con sus labios regordetes he inmediatamente llevo su mano al lugar que había sido golpeado, sus ojitos se cristalizaron por el dolor y miro a quienes habian sido los responsables.
Aquellos niños venían muertos de la risa, uno de ellos tomo el balón que estaba junto a el pequeñito JiMin.
-Mira.-se burlo.-hiciste que tirara su almuerzo.-aquel niño se puso de rodillas frente a JiMin que ya había dejado escapar unas cuantas lagrimas, con su brazito limpiaba sus ojos.
-te ayudare a levantarlas.-recogió unas cuantas salchichas y con el mentón indicado a sus amigos que tomaran a JiMin.
Aquellos niños agarraron de las manos a JiMin permitiéndole al otro tener el pequeño rostro de el contrario libre para poder hacer lo que quisiera.-abre la boca niño vaca.-ordenó, pero JiMin se negó juntando sus cejas.-sabes que es malo desperdiciar la comida... así que te ayudare a que te comas esto.-con una de sus manos tomo la barbilla de JiMin con fuerza.-¡abre la boca!-grito y JiMin apretó sus ojitos ante aquella orden, pero obedeció, aquel pequeño diablillo coloco la comida polvienta sobre la boca de JiMin consiguiendo que este la tragara.
Cuando el pequeño paso aquel pedazo de comida, sus brasitos y cara fueron liberados entre risas provenientes de sus agresores, quienes se fueron después de haber cumplido su objetivo al molestar a JiMin.
Mientras él pequeño lloriquiaba desconsolado, recogiendo los pedazos de comida de el suelo, llorando más por el simple hecho de que no pudo disfrutar de el almuerzo tan bonito que su mami habia hecho con una sonrisa en el rostro por la mañana.
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Ya habia perdido la cuenta de cuantas veces había llorado sentado sobre la taza de el baño, abrazando con ambas manos sus rodillas y hundiendo su carita en ellas.
Por que todos eran asi de crueles con el, cuando el nunca les habia hecho algún daño, se preguntaba.
El timbre de vuelta a casa sonó.