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Maratón 3/3.

-Por favor, para de llorar, en verdad.. esto no es tu culpa, debiste decirme que no sabias cocinar y hubiéramos comprado comida rapida.

Él pequeño JiMin no dejaba de sollozar, pues él planeaba cocinar para YoonGi como regalo de reencuentro, pero por más que leyó la receta al pie de la letra la mezcla de sus hot cakes jamás quedó bien, estos estaban quemado y crudos de algunas partes, no se veía nada apetitoso; JiMin sorbió su nariz rojita por él recién berrinche y limpió sus lagrimas con el sobrante que caia por su mano empuñada de su pijama de vaquita la cual le quedaba enorme.

-Yo.. Solo...-hipaba con forme cada palabra quería pronunciar.-yo quería cocinarte algo para celebrar que volvimos a encontrarnos.-El mayor sonrió levemente y sujetó la mano de él menor, JiMin dejo de llorar de un momento a otro debido a la sorpresa y agitación que sintió en su corazón por él reciente agarre.

-Aún que fue un intento fallido, fue un lindo gestó de tu parte pequeño.-acariciaba con su pulgar la mano de él atónito peligrosa.-pero, JiMin él solo encontrarte fue él mejor regalo, él tenerte enfrente fue él mejor regalo.

La mano de YoonGi abandono la de él pequeño y la poso sobre la mejilla de este, sintiendo por primera vez aquella tersa y perfecta piel, había deseado desde él primer día en que vio a JiMin poder tocar su rostro, pues él menor parecía haber adaptado una piel de terciopelo que a más de uno le daba ganas de morir acariciandola; JiMin aun atónito comenzó a sentir una y mil mariposas en su pequeño estómago, justo como su mamá había dicho alguna vez que sentiría cuando su verdadero amor hiciera él mínimo toqué, entonces JiMin siempre tuvo en mente sentir un ligero toque de YoonGi para confirmar que él era su único amor y así fue, JiMin estaba sintiendo todo lo que su madre alguna vez le dijo que sentiría.

En cierto momento él de mejillas regordetas comenzó a sentir que sus manos temblaban un poco, lo necesario solo para que él sintiera todo lo nervioso que YoonGi podía ponerlo.

Y todo empeoró cuando YoonGi fijo sus ojos en él y sintió la gran necesidad de mirar un poco mas abajo, justo donde se encontraban aquellos brillosos labios color cereza, gruesos y húmedos debido a las recientes lamidas que él pequeño les daba, él azabache sintió su corazón golpear con pesadez y un agujero que causaba un poco de dolor formarse en su estomago; él tiempo se detuvo para los dos como si los ruidos provenientes de la ciudad se apagaran, como si solo existieran ellos dos.
YoonGi decidió ir cortando distancia entre los dos, debes en cuando quitando su mirada de los labios de él pequeño para dirigirlo a los ojos y repetir la acción hasta que su aliento comenzó a mezclarse con él pequeño.

JiMin en verdad que estaba nervioso, él había visto muchas películas de amor, para practicar todo lo que tenia que hacer en su primer beso con su "novio, prometido y esposo YoonGi" justo para su reencuentro, pero jamás peso que estuviera sintiendo tantas ganas de desmayarse, sentía los mismos síntomas de felicidad y nervios que cuando su abuelita le regalo aquella cobija de vaquita de manchas rosas, ¡no!, él estaba sintiendo lo triple de aquella ocasión.

Él pequeño pelirosa sintió como él azabache atrapo su otra mejilla con la otra mano libre, eran tan pocos sentimetros lo que faltaban para sentir los labios de ambos.

"No pierdas el tiempo y hablale de mi"

Justo Cuando YoonGi cerro sus ojos para unir él beso, aquellas palabras vinieron a la mente de JiMin y se alejo de golpe de él comedor.

YoonGi abrió los ojos de golpe y miro a él nervioso y rojizo JiMin.

Entonces entendió que no debió dejarse llevar, él pequeño JiMin era muy inocente para ese tipo de arranques.

-JiMin..

Iba a continuar con su disculpa pero de la nada el de mejillas regordetas comenzó a hablar sin parar.-Tengo hamabre hyung, sabes yo no se cocinar por que aquí siempre cocina Taehyung.- hablaba con la cabeza baja, como si evitará mostrarle su rostro a el azabache.-la verdad Tae es muy bueno en todo, le gusta la cocina, es muy bueno con sus notas y ama a su familia, siempre es muy lindo con todos...-YoonGi vio como el menor tomo los platos aun llenos de comida y las llevaba a la cocina-Tae siempre dice que algún día se casara con alguien que lo quiera mucho y tiene que ser así él es muy dulce y bueno y..

-Puedes guardar silencio un poco.-interrumpió YoonGi colocandose de pie y ponerse como un muro para que el pequeño no continuara caminando.

El azabache tomo los platos con delicadeza de las manos de JiMin y los volvio a colocar sobre la mesa y levanto con su índice él mentón de él pequeño que formaba pucheros muy marcados y se miraron a los ojos una vez más.

-JiMin, lo de hace un momento.. Te pido disculpas, no lo volvere a intentar, se que fui un tonto, pero.. nunca vuelvas a bajar tu mirada asi, solo nunca me impidas ver tus bellos ojos.

JiMin asintió repetidas veces como cual niño despues de un pequeño regaño y llebo su pulgar a su boca para mordisquiarlo un poco.

Era muy adorable.. La imagen que YoonGi tenia enfrente era la ternura andante..

Como se suponía que podía resistirse a no sentir ganas de besarlo, abrazarlo y protegerlo de todo lo malo que había en él mundo.

La vida de YoonGi no iba hacer nada fácil de ahora en adelante.

Él estomago de él pequeño retumbo y ambos rieron.-que tal si.. Preparo esta ves yo la cena.

-¡Si!.-respondio en brinquitos, causando que la capucha de su pijama cubriera casi todo su rostro.

Y esa noche cenaron entre risas, bromas. Pucheros de él pequeño y claro... Después de todo JiMin no perdió él tiempo de hablarle de su amigo Taehyung.

Lo peor fue que YoonGi puso mucha atención a todo lo que JiMin alago de su amigo.

🐄🐄🐄

JiMin tomaba un pequeño juguito en la gran cafetería de la escuela mientras veia todo a su alrededor, Taehyung no había ido a la escuela por las razón de su abuelo, así que él niño bonito se encontraba solito mirando todo lo salvaje y graciosos que podían ser los demás alumnos.

Después de despertar y ver que YoonGi ya se había ido de su recamara, ya no lo había vuelto ha ver, parecía que esta vez a YoonGi le tocaba dar clases en otro edificio lejos de él solitario niño.

JiMin por primera vez llevaba un suéter negro con un sin fin de vacas diminutas dibujadas por todo él suéter, él pelirosa ya estaba tomando confianza de poder usar lo que él quiciera y lo mejor es que nadie lo critico o lo miro feo por su atuendo así que se sentía muy seguro de si mismo.

Sorbió lo ultimo de su juguito y bufo arrugando su nariz cuando este se acabó, iba a pararse a tirar la cajita y continuar caminando por el campus, cuando vio a un chico alto.. Realmente alto sentarse en su mesa mientras le sonreia muy ampliamente.
JiMin lo miro como un cachorro aterrorizado por la repentina acción.

-Tu debes de ser JiMin, ¿no?-el pequeño asintió con un ligero puchero.-¡Yes!, me lo imagine.. Tenías que ser tu, tienes él típico pelo rosa que había escuchado y tu gusto peculiar por las poleras o demás con ese lindo animalito.-JiMin miro su sueter y volvio a mirar al chico muy guapo de hombros anchos.

-¿Quien eres?

-Pequeño bebé, soy Seok Jin, tu futuro angel de la guarda.

Hola

Aquí él último cap. De él maratón..

Perdón por publicarlo hasta hoy pero mi abuelita cumplió años así que decidí estar con ella ❤

Esperó y les guste muchooo.

Les amoo

Gracias por leer.

*Rosehopely*

✿ɴɪɴ̃ᴏ ᴠᴀᴄᴀ✿ {ʏᴏᴏɴᴍɪɴ}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora