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Maratón 2/3

Los años pasaron, muchos para ser exactos...

JiMin caminaba por los pasillos amplios de aquel instituto, abrazando sus libros contra su pecho, sus manos aun regordetas y pequeñas se perdían entre la tela de su sueter azul y debes en cuando peinaba su cabello teñido de un rosa pastel hacia atrás.

Estaba nervioso y se le notaba en su cara, en su caminar tan lento y mirando un poco de reojo a quienes pasaban por su lado, era la primera vez que entraba al instituto, no conocía a nadie a excepción de su mejor amigo, se sentía tan horrible ser el nuevo.

Él era muy tímido y se le complicaba demasiado socializar, el colegio donde había estado anteriormente había sufrido demasiado por ser demasiado tranquilo y callado, uno que otro lo molestaban y él simplemente se callaba.

La universidad era grande, demasiado grande, pero al fin había podido encontrar su casillero y sonrio haciendo que sus ojos desaparecieran en una linda linea; metió uno que otro libro que no necesitaría por el momento, mordía su labio inferior al acomodar sus cosas y arrugaba un poco su nariz como el acostumbraba, tomó el libro correspondiente a su horario.

Matemáticas..

Por suerte el siempre había sido muy bueno en aquella materia, ya que tenía todo lo que necesitaba se dispuso a cerrar la puerta y no pudo evitar mirar su mano cuando aquella piedra roja en forma de corazón destelló debido al sol.

La sonrisa que se formo en sus labios, decían más que mil palabras, aquél niño con la piel pálida, nunca salió de la mente de JiMin a pesar de que este era tan pequeño. Y es que era imposible olvidarlo cuando miraba aquel anillo a diario.

-YoonGi ~.-susurró en un hilo de voz.

No sabia que habia pasado con YoonGi, no sabia si el aún estaba solo o tal vez a ese punto ya se habia casado, ni siquiera estaba seguro de que el mayor aún lo recordara, pero el nunca quito aquel anillo de su dedo, YoonGi le habia prometido buscarlo y no correría el riesgo de que no lo reconociera si se quitaba aquella joya.

-¿Otra vez fantasiando?.

El bajito brinco por el susto que su mejor amigo Tae le había causado al hablarle por la espalda.-¡No hagas eso!.-abulto sus labios gruesos y arrugo su nariz una vez más, intentando intimidar al más alto, pero lo único que consiguió es que este muriera de ternura y frotara su cabello.

-¿En que pensabas?, oh dejarme adivinar.-llevó su dedo índice y pulgar a su barbilla y fingió pensar.-¡oh!, lo tengo.-chasquio sus dedos y el de mirada dulce rodó sus ojos por la gran actuación de su mejor amigo.-tú pensabas en tu novio imaginario.- dijo regalándole una sonrisa rectangular.

JiMin fruncio aún más su ceño y pateó una de las rodillas de Tae, quien se quejo de dolor al instante.-Te he dicho que si existe.-pucherio sonrojado y mirándolo con ojos de bebé.

Decidió seguir con su camino dejando a su amigo sufriendo de dolor, pero no tardo mucho para que el castaño lo alcanzara.

-Mierda JiMin pegas muy fuerte, para tu estatura.-JiMin levanto una de sus manos y le cubrio los labios.

-No me gustan las malas palabras.-refunfuño y siguió caminando.

-Lo siento, no volveré a decir malas palabras.-Prometió.-ouh, por cierto, ¿has escuchado lo que dicen del profesor de matematicas?.-JiMin nego al instante.-bueno, me han dicho que es muy guapo, que es muy joven y que es soltero.-se emocionó y dio pequeños golpes en el hombro de JiMin al no poder disimular su emoción.

JiMin formo una O muy grande con su boca.-¡muero por conocerlo!.-fingió emoción, empuñando sus pequeñas manos y moviéndolas rápidamente mientras daba pequeños brinquitos.

✿ɴɪɴ̃ᴏ ᴠᴀᴄᴀ✿ {ʏᴏᴏɴᴍɪɴ}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora