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"Porque me gusto JiMin y tu eres su antiguo mejor amigo, nadie mejor que tu puede hacer que yo le guste".

-No, no, no y no.-refunfuño JiMin golpeando la cama con su gran almohada de manchas blancas y negras de la cual yacían un par de cuernitos , pucherio un poco y se dejo caer en la cama, bufo tan fuerte que parecia un pequeño grito ahogado contra su suave cama.

Estaba demasiado triste, acababa de reencontrarse con su hermoso YoonGi, pensó que todo iba a ir bien ahora, pero cierto pelirrojo tuvo que poner sus ojos en el azabache.
Ahora miraba él techo de su recamara, su corazón golpeaba contra su pecho, pero por alguna razón dolia.. Dolia mucho, suspiro y cerro los ojos por un momento, ¿que debía hacer?, levantó levemente su mano y observo aquella sortija sobre su dedo y sonrio con una tristeza profunda en sus ojos al recordar la emoción en el rostro de su mejor amigo.

Tae podia haber tenido muchos novios, pero jamas el pequeño JiMin había recordado una mirada como la que tenia hace minutos atrás, era una de ilusion, los ojos de el pelirrojo brillaban y su sonrisa se expandía tanto dejaba ver sus lindos dientes; el pequeño JiMin que aun observaba su sortija dejo salir una pequeña lágrima, no era una estupidez que el llorara.. Habia esperado por años a YoonGi y ahora tendria que renunciar a el.

Y no era como si él pelirosa no lo hubiera notado, YoonGi.. YoonGi no portaba con él la sortija.

-El me olvido, el me dejo en el pasado.-dicho aquello bajo su mano para cubrir con ambas su rostro.

Esa noche JiMin lloro como nunca, abrazado a su hermosa almohada de vaquita.

🐄🐄🐄🐄


JiMin caminaba lento como acostumbraba, un lindo porte tan fino, lucia tan elegante al caminar que llamaba la atención de todos, abrazaba algunos libros con ambas manos, había decidido usar un sueter rosa pastel que le quedaba a la perfección con su linda cabellera y sus regordetas mejillas, era la pura imagen de la inocencia y lo adorable, su sueter cubría la mayor parte de sus manos a si que mientras caminaba jugaba con la tela de este entre sus dedos.

Se detuvo una vez más sobre su casillero y coloco ahí los libros que ya había utilizado en las anteriores clases y se había sentido tan solo, no había compartido casi ninguna clase con Taehyung que aun seguia perdido por las instalaciones de la universidad buscando al tal Namjoon.

-Veamos...¿Donde deje mi horario?-se preguntó rebuscando entre algunas hojas sueltas dentro de él casillero y sonrio cuando lo encontro, miro un poco la hoja y suspiro entristecido cuando vio que no veria a YoonGi, el horario no marcaba su clase.

Estuvo apunto de colocar de nuevo aquel papel dentro, cuando un puño se estrello justo en la puerta de alado de su casillero, miro hacia alli y vio una mano recargada sobre dicha puerta, sus ojos los cuales estaban totalmente abiertos al igual que su boquita se deslizaron por toda la extensión de este hasta dar con la cara de él responsable.

Era un chico de cabellos castaños claros, ojos sumamente redondos y dientes resaltados, JiMin fruncio un poco su ceño cuando vio que este chico hacia poses extrañas frente a el, pareciera que lo quería impresionar, el chico con dientes de conejito arrugaba su frente y fruncía sus labios en un poco, ¿acaso quería lucir lindo?

-Hola bebé.-JiMin solo lo miro con ojos lindos, le gustaba que le dijeran bebé, pero este chico era extraño.-ves esto.- el encogió su brazo y señalo sus "músculos".-Esto no se hace jugando canicas.

JiMin asintió sonriendo un poco.-Bien por ti.-susurro y le dio la espalda para cerrar la puerta de su casillero, después de tal acción se inclinó un poco como despedida hacia él castaño y paso junto a él para seguir su camino, pero él pequeño JiMin rodo sus ojos cuando vio a este perseguirlo.-¿Se te ofrece algo?- dijo JiMin encarandolo y cruzándose de brazos, parando al castaño de golpe.

✿ɴɪɴ̃ᴏ ᴠᴀᴄᴀ✿ {ʏᴏᴏɴᴍɪɴ}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora