†~12~†

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Shoto:

El reseso terminó, mi nueva amiga de cabello y piel color chicle me anotó su número en una de mis libretas, rodeado de muchos corazoncitos, se quedó estupefacta al enterarse que no tengo un telefono celular.

Me hizo prometerle que cuando tuviera uno su número sería el primero que agendaría, despues se fue a su asiento, nuestros demás compañeros no tardaron en llegar, así que yo tambien empecé a acomodar mis cosas para seguir con las clases.

Despues de que se acabaran guardé mis utiles rapidamente y salí corriendo por la puerta, me alegro de que Iida no me viera o me haría perder el tiempo con un sermón sobre "no correr por los pasillos".

Despues de correr un rato me topo con la persona que estaba buscando, me acerco lo mas que puedo y lo tomo del hombro amistosamente.

-¿Puedo acompañarte a tu casa?- pregunto con una sonrisa.

-Kya! Idiota! Me asustaste!- reclama el peliverde mientras reparte pequeños golpes al pecho de Shoto.

-Lo siento, no era mi intención- digo volviendo a mi tono tranquilo de siempre.

-Como sea, no crees que es algo temprano?- pregunta algo molesto.

-Me gustaría recuperar el tiempo perdido- respondo con una excusa creible.

-Como digas...- dice mirandome raro.

Mientras nos encontrabamos caminando no dijimos nada, Izuku siempre permaneció un metro en frente de mi, si intentaba caminar a su lado el aumentaba el paso, no soy idiota, entendí claramente el mensaje, no quiere que nos vean juntos.

Aunque a este punto no lo entiendo del todo, pero si me rechaza es por algo que hice, no se que es pero si quiero agradarle tendré que respetar su espacio. Con esta idea en mente permanecí callado todo el trayecto a su casa, cuando llegamos a los departamentos que tenía tiempo sin ver sentí una pequeña alegría, subimos y nos plantamos frente a la oxidada puerta que tanto me llamaba la atención.

-Dame un momento- dice mientras saca las llaves de su bolsillo.

Cuando abre la puerta se escucha un fuerte chirrido por parte del viejo metal, aunque no le tomo mucha importancia, me puedo acostumbrar a oírlo, de hecho, me gustaría escucharlo más seguido.

-No esperes una bienvenida de reyes, a lo mucho te serviré un vaso con agua- dice mientras se desace de su mochila.

Vaya forma de tratar a tu futuro esposo, pero está bien, despues de todo solo vivo para complacerte...o eso me gustaría decir, pero obviamente saldré golpeado o insultado, mejor solo pensarlo.

Midoriya entra a su habitación y me deja solo unos 15 minutos, cuando sale lo hace cambiado de ropa, lamentablemente no es un traje de conejito, si no una playera tipo polo y un pantalón de mezclilla.

-Me gusta tu ropa- digo como un idiota.

-¿Gracias...?- dice mientras se sienta en el suelo.

-Vamos a comenzar con esto de una vez- dice sacando un cuaderno de su mochila.

-De acurdo- respondo haciendo lo mismo.

Y ahí estamos, los 2 solos sentados en el piso con la mirada fija en el otro por que ninguno sabe como carajo empezar. Suspiramos al unisono y mantenemos las cabezas agachadas, al permanecer así por más de 5 minutos mi cuello empieza a doler, así que intentaré sacar un tema de conversación.

-¿Y...donde está tu mamá?- es lo unico que se me ocurre.

-Debió salir a hacer la compra para la comida, no tardará en llegar- respondo aun sin levantar la cabeza.

Me Mata Estar Alejado De Ti [Tododeku Versatil]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora