†~15~†

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Izuku:

¿Qué demonios estaba pensando? Parezco un psicopata o algo así, digo en mi mente mientras regreso a la realidad. A lo lejos veo a Kacchan haciendome señas de que me acerque, así que voy a sentarme en mi banca, quedando frente a el.

-¿Qué fue todo eso?- pregunta como si fuera a regañarme.

-No lo se, solo pasó- digo decepcionado.

-¿De que mierda hablas?- pregunta extrañado.

-¿De que mierda hablas tú?- pregunto confundido.

-De tu exposición, idiota...- dice mientras me jala ambas mejillas dolorosamente.

-Entonces hablamos de lo mismo...- digo sobandome la cara.

-¿Entonces?- pregunta aun sin rendirse a tener una respuesta clara.

-¿Podrías ser más especifico?- pregunto con una gotita en la frente.

-Te veías muy decidido al insultar al bastardo "mitad-mitad", tu no eres así, que te sucedió?- pregunta con un tono más serio.

La verdad es que estaba mintiendo cuando dije que hablabamos de lo mismo, por un momento olvidé que Kacchan no era un ente todo poderoso con la capacidad de ver a través de mi alma y saber de mis más oscuros pensamientos, incluso más de lo que yo sé, creí que me preguntaba por esa escena de hace un momento que solo había ocurrido dentro de mi mente.

Cuanto ha cambiado, cuando eramos pequeños parecía que siempre sabía lo que estaba pensando, lo que deseaba, incluso mejor que yo mismo...ahora me encuentro aquí, con una pregunta extraña, que no se como responder adecuadamente, hecha por este sujeto, que alguna vez fue mi Dios.

-Eso...no entiendo de que me hablas, solo me expresé...con algo de gandallería...pero solo me expresé a fin de cuentas- digo con una pizca de razón.

Mi amigo de la infancia solo me mira con desaprobación, no pienso retractarme, no hice algo tan malo, los estudiantes son crueles, esto no es nada comparado con lo que viví.

-Deja de mirarme así, tu no eres el mejor ejemplo de etica moral, Bakugou- le digo sin pelos en la lengua.

-Vaya, realmente debes estar enojado si me estás llamando por mi apellido...-dice aun con la misma mirada.

El rubio centado frente a mi solo suelta un suspiro bastante pesado y baja la mirada mientras se cruza de brazos. Cierra sus parpados y abre levemente su boca, parecía que iba a soltarme un sermón, pero al instante se arrepiente y la vuelve a cerrar.

-Has cambiado mucho...- dice con sus ojos aun cerrados.

-Tú tambien...- con ese par de palabras doy por terminada la conversación.

Aizawa:

Que patetico de mi parte, estar aquí, en un pasillo, con dolor de cabeza, todo por culpa de un montón de mocosos gritones que aun no saben redactar sus ideas correctamente.

-Esto es el colmo...- susurro para mi mismo.

Con algo de temor, de colapsar por estrés o algo así, un pobre profesor con una melena alborotada y ojos de drogadicto, abre la puerta estupidamente gigante del aula 1-A.

-Muy bien clase, hora de continuar...- digo deteniendome en seco.

Sentí como mi vena palpitaba en mi frente, yo intento no ser tan malo con mis alumnos, pero estos se empeñan en sacarme de mis casillas.

-¿Se puede saber...quien les dio permiso para levantarse de sus asientos?- digo con una apariencia tenebrosa.

Los alumnos del querido profesor Aizawa, ya sea por la adrenalina del momento o por lo distraidos que estaban a causa de su compañero Shoto, alucinaron algo parecido, más de uno jura que al menos por unos segundos, vieron como los ojos de su maestro se tiñeron de un rojo brillante y su cabello comenzó a flotar en contra de cualquier ley que involucre a la gravedad. Pero como sabemos, eso es físicamente imposible.

Me Mata Estar Alejado De Ti [Tododeku Versatil]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora