Otra noche caía sobre nuestras cabezas tiñendo las calles de Seul de un intenso negro a medida que las luces de la ciudad se hacían presentes cual estrellas en el cielo.
Era común ver como a esas horas la gente emprendía su viaje diario de regreso a casa, cada uno de ellos portaba un inconfundible gesto de cansancio que había sido acumulado a lo largo del día y para ser honestos mi situación no era muy distinta a la del resto aunque... mi dirección sí lo era. Mientras todos finalizaban con sus obligaciones yo salía de una para sumergirme en otra.
Cualquiera pensaría que vivir al revés del mundo sería muy complicado o que podría causar estragos en una persona, pero para mi ya se había vuelto algo totalmente cotidiano, y hasta rutinario. Por otro lado, analizando la situación, podía decir que no podía permitirme el no trabajar ya que de ser así no tendría ningún ingreso.
Antes de tener mi actual trabajo, ningún otro de empleo de "medio tiempo" pudo aportar al bolsillo de esta estudiante un ingreso similar y realmente lo había intentado en el pasado; camarera, vendedora en varios locales de la zona, asistente en la biblioteca de mi universidad, entre otros y todos ellos apenas si alcanzaban para algo más que la renta. Sumado a ello, no en muchos empleos deciden tomar a una extranjera entre su personal ya que por alguna razón tienden a creer que no podríamos manejar totalmente el idioma, lo cual he llegado a creer que es algo bastante estúpido y hasta algo xenófobo, pero que podría hacer realmente al respecto?
A mitad de cuadra doble en aquel callejón oscuro encaminandome hacia la única puerta existente, una vez frente a ella, realice al igual que cada día aquel llamado en código que conocía y a los pocos segundos un hombre de gran contextura física y apariencia peligrosa apareció tras ella. Realmente creía que cualquier persona en el mundo se sentiría intimidado al ver Dong pero una vez que se llega a conocerlo es posible ver que tan solo es su fachada lo que asusta y en realidad es un buen compañero. Al verme la expresión dura de su rostro desapareció y me brindó una leve sonrisa mientras ingresaba al club.
El viernes había llegado y con él dábamos la bienvenida al gran fin de semana durante el cual el club solía tener la casa llena, y a mi no me tocaba atender las mesas como el resto de la semana; sino que debido a la gran afluencia de clientes y según decía mi jefe "a la conveniencia monetaria bilateral" mi puesto pasaba a ser el escenario.
No era la única en esa situación, la mayoría iniciaba su trabajo allí como mesera, y a medida que Lee observaba nuestro desenvolvimiento en el ambiente, nuestro "potencial" y por sobre todo la popularidad entre los hombres/clientes nos hacía lo que él solía llamar "la gran propuesta"; la cual tras un discurso bastante seductor que ponía en claro el aumento exponencial de nuestra ganancia, junto con la promesa de velar bajo cualquier aspecto por nuestra seguridad se hacía prácticamente irresistible, todas terminabamos aceptando su oferta.
Al pasar el tiempo me dí cuenta que no mentía y realmente algo de razón había en aquel discurso. El dinero no mentía, nunca lo hacía y en poco tiempo mi situación económica había mejorado logrando así mantener un nivel de vida que nunca antes me había podido permitir por mérito propio.
Como era usual a esas horas podías ver a todo mundo corriendo de un lado a otro tras bambalinas ya sea saliendo a escena, cambiandose, fumando algún cigarro o como yo, terminado mi maquillaje mientras tomaba lo que quedaba del trago que mi bartender favorito me había preparado al igual que cada noche que me tocaba bailar.
-Parece que alguien ya cautivó a Taehyung- oí que alguien mencionaba entre risas a mis espaldas - ay amiga dejame decirte que sos la envidia de muchas por acá- sonrió Jennie mientras tomaba asiento junto a mi.
-Jennie por favor no digas tonterías, él y yo solo somos buenos compañeros de trabajo- dije mientras terminaba de darle el último sorbo a mi trago y me ponía de pie para examinar por completo mi look.
-El y yo somos buenos compañeros de trabajo, nos saludamos cada vez que nos vemos y nuestras conversaciones no han pasado más allá del clima o las propinas de la noche. Pero entre ustedes... entre ustedes la cosa es totalmente diferente- dijo con una sonrisa burlona en su rostro- cuando van a admitir que tienen algo?-
Una gran carcajada brotó de mis labios ante sus palabras creí que esa sería la mejor respuesta que podría darle y en ese preciso momento antes que pudiera decir algo Nam apareció tras la puerta para avisarme que era mi hora. Asentí rápidamente mirándolo de reojo y chequeando mi vestuario por una última vez abandone el camerino. Salvada por la campana me dije a mi misma a medida que recorría los pasillos. La realidad era que ella no estaba equivocada, entre Taehyung y yo si había algo más que una simple relación laboral. Ambos éramos bastante íntimos y nos divertíamos mucho juntos, pero a pesar de eso acordamos mantenerlo en secreto ya que todo a nuestro alrededor era demasiado complicado.
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Dance for me
FanfictionA simple vista mi vida parecía ser la típica de una estudiante extranjera que busca tan solo recibirse y conseguir un gran trabajo que cambie mi vida. Pero la realidad es otra y hay un lado totalmente oculto que me ayudó a seguir adelante en mi peor...