Dance for me

Capítulo XXII

Un rayo de luz que se filtró en aquel cuarto parecía estar decidido a interrumpir mi sueño, realmente me sentía agotada y al desperezarme sobre aquella inmensa cama pude sentir los músculos de mis piernas arder recordandome la agitada noche que había tenido con él. Sonreí para mi misma algo avergonzada y al mirar a mi lado pude notar que me encontraba sola en aquel cuarto. ¿Acaso me había dejado sola? 

Me incorporé saliendo de aquella cómoda cama y comencé a buscar sin suerte alguna mi vestimenta. Haciendo algo de memoria me percaté de que mis prendas seguramente se encontraban aún esparcidas por todo su apartamento. Solté un suspiro y sin mucha más opción tomé de la cama su suave sábana de algodón envolviendo mi cuerpo en ella. 

Con algo de inhibición me aventure a salir de su recamara de manera silenciosa inspeccionando cada rincón en busca de mis cosas. Al llegar al living la luz del sol que ingresaba por el inmenso ventanal me cegó por algunos segundos y una voz masculina me tomó por sorpresa — ¿Se te perdió algo linda? —   Me sobresalte dirigiendo mi vista en dirección hacia el lugar de donde provenía aquella voz y me sonrojé al percatarme que se trataba de él.

TN:- em... si, hola- sonreí levemente acomodando mi cabello hacia un lado con una de mis manos - Lo creas o no este vestido no es mío - dije algo irónica señalando la sábana que había tomado prestada de su cama. 

YG:- Habría jurado que sí...-arqueo una de sus cejas y bebió un largo sorbo de su taza - ese look mañanero te sienta muy bien - soltó una leve risa mientras su vista recorría mi cuerpo de pies a cabeza - ¿Café? - mencionó de pronto haciendo un cambio abrupto de tema.

Sin emitir palabra alguna me limité a responderle con un simple movimiento de mi cabeza mientras me aproximaba al desayunador en donde él se encontraba. Estar en su cocina hacía que miles de recuerdos de nuestro encuentro vinieran a mi mente en pequeños flashes haciendo que mis mejillas delataran mis pensamientos tomando un leve color rosado. Finalmente él colocó una taza frente a mí y se sentó a mi lado reposando su rostro sobre la palma de su mano.

YG:- Si buscas tu ropa me tomé el atrevimiento de dejarla en el baño para que pudieras cambiarte y arreglarte tranquila - bajó la vista a su café y tomó un último sorbo terminando así su bebida.

TN:- Sería genial poder ducharme antes de irme - solté una pequeña risa tomando mi taza con ambas manos canalizando en ella mi pena - tu cama es extremadamente cómoda envidio que puedas descansar en ella a diario - buscando evitar el silencio incomodo palabras sin sentido comenzaron a salir de mi boca, tomé un sorbo de café y lo mire de reojo - aunque debo decir que es demasiado grande para una persona sola...-

YG:- Me gusta el espacio - alzó los hombros haciendo una mueca - ... y me alegra que hayas descansado bien - me dedicó una pequeña sonrisa mirando atentamente mis movimientos - al despertar vi que dormías tan a gusto que me dio lástima despertarte - soltó un suspiró y acercando una de sus manos a mi hombro desnudo deslizó el dorso de la misma por mi piel - así que preferí dejarte durmiendo -

Todo aquello se sentía tan extraño, el aire que se respiraba en el ambiente, la conversación sin mucho sentido, él completamente vestido y arreglado mientras yo seguía cubriendome con un pedazo de tela. Claramente no esperaba flores y corazones después de una noche de sexo con él pero debía admitir que estaba mal acostumbrada a otra rutina post sexo, estaba acostumbrada a la atención que me daba Tae. Y ahí estaba otra vez pensando en aquel hombre como una verdadera tonta en vez de disfrutar de la compañía de Yoongi. Sacudí levemente mi cabeza apartando todo pensamiento y giré levemente mi rostro para verlo a él. 

TN:- Gracias por eso, por el café y por dejarme pasar la noche acá - giré sobre mí silla quedando frente a él y soltando aquella taza tomé su mano entre las mías acariciandola - Se que actue muy impulsiva y no debí haber venido sin avisar pero quiero que sepas que la pasé muy bien - estaba siendo brutalmente sincera con cada una de mis palabras y esperaba que al menos el también hubiera tenido un gran momento después de mi imprudente visita. Se me hacía difícil sostenerle la mirada al abrir mi corazón de aquella forma motivo por el cual aproveche el juego de mis manos con la suya para clavar mi mirada allí.