Capítulo 23: Dónde Está El Inexpresivo?

180 15 11
                                    

Narra Sasuke

Mire a mi pequeña réplica y sonreí.
Sarada es prácticamente igual a mi pero versión niña.

La pequeña de tres años abrió sus ojos y bostezo - Papá? - pregunto ya que la habitación estaba oscura

-Si, hija. - sonreí como tonto al verla sentarse y estirar los brazos para que la levante.

Hice lo que me pidió y la pelinegra beso mi mejilla y se acurrucó en mi pecho.

Escuche la puerta principal de la casa abrirse. Debe ser...

Aún con la pequeña entre mis brazos, ahora ya dormida, camine hasta la sala donde se encontraba la persona que había llegado.

-Qué son estas horas de llegar? - miré el reloj, el cual marcaba las 03:30 am

-Ya Sasuke no molestes, no estoy de humor - eso lo dijo despacio para no despertar a mi hija

-Naruto, ahora qué? - dije irritado, ya era costumbre que el llegue borracho, o de mal humor a estas horas.

-Necesito volver a Konoha - dijo en un susurro pero lo escuche - Pero sin ti y mi sobrina no iré, qué dices Sasuke?, es hora de volver a nuestro hogar

-Mi hogar esta aquí Naruto - camine hasta la habitación de Sarada y le deje cuidadosamente en la cuna.

-Debes seguir con tu vida - el rubio me miró a los ojos con tristeza - Karin murió hace tres años Sasuke.

Si. Es así, Karin murió al dar a luz a mi hija.
Y desde ese día no he conocido a otra mujer, ni he querido hacerlo, por la memoria de mi difunta esposa.

-No volveré a Konoha, no tengo nada ahí - dije en tono decidido, aunque la verdad es que si quería volver, y ver a aquellas personas que deje atrás.

-Ya nos hemos recibido, Sasuke, tu eres un gran abogado y yo un administrador de empresas, tenemos trabajos estables, tu manejas una gran compañía al igual que yo. Podemos sustentarnos. Además tu querías cumplir el sueño de Mikoto, hacer un hospital infantil.

-No lo se - dije mirando a mi hija - Crees que se adapte?

-Tiene a mis padres allí, sabes que ella están locos por Sarada. Y así dejan de insistir en que yo les de un nieto - bromeó.

-Bien, en una semana partiremos a Konoha - dije un poco dudoso.

-Gracias teme

Puedo decir que he cambiado bastante y eso no me gusta.

Creo que hasta llegue a enamorarme de Karin, cuando ella murió sentía que mi mundo se acabaría pero allí estuvieron presentes Naruto, sus padres,y Itachi los cuales me ayudaron con la niña su primer año de vida, hasta que me adapte a ser padre.

Hoy con mis veinticinco años me preguntó, dónde está el inexpresivo que era hace unos años atrás?
Y mi respuesta está frente a mi, Sarada, mi hija.

Narra Sakura.

Era temprano, al rededor de las seis de la mañana y estaba parada frente a la cárcel.

La puerta se abrió y vi salir a un hombre de hombros anchos, y en sus brazos divise varios tatuajes.
Su cabello esta atado en una coleta alta.

Se veía diferente.

Al verme camino lentamente hacia mi, y yo sin dudarlo corrí a sus brazos llorando de felicidad - Bienvenido a la libertad Neji!

El me abrazo apretando mi cuerpo hacia el de el - Gracias Sakura - dijo con su voz neutra, al separarse de mi miro a ambos costados y al no ver a nadie mas, note su leve mueca de tristeza

Los incomprendidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora