La única luz que había a su alrededor era la que producía el intenso fuego dentro de la gran chimenea, dando rojizas tonalidades a todas las cosas que habían a su alrededor, incluyendo aquel piso con cerámicas blancas con negro que a pesar de ser tan común, se veía tan elegante.
ChanYeol suspiró hasta que sus pulmones no tuvieron más aire, metiendo sus largos dedos entre sus desordenado cabello rojos para peinarlo hacia atrás en un gesto de estrés.
—¿Por qué te agobias tanto? No eres una persona ordinaria, ChanYeol. Eres un mestizo, no lo olvides.
Lujuria habló, levantando la copa de vino tinto que tenía en su mano derecha, manteniendo la vista fija en aquel líquido mientras hacía movimientos circulares. Parecía estar pensando en muchas cosas.
—Eres el único capaz de sellar aquel demonio dentro de JongIn. Confía en ti, confía en tu sangre, confía en la unión que tienen, confía en ustedes.
ChanYeol frunció el ceño y bajó sus manos, dejándolas descansar sobre el rojo mantel que tenía aquella gran mesa. Catorce pares de ojos puestos en él, aunque los demonios de JongIn se mantenían en silencio y con un semblante serio.
—¿Y si no logro hacerlo? ¿Qué tengo que hacer? Además... ¿Cómo carajos llegué acá si hace un segundo estaba junto a los demás?
Envidia soltó una pequeña risa, metiéndose a la boca un grano de uva segundos antes de hablar. ChanYeol dio una rápida mirada a la chimenea cuando sintió que el calor aumentaba.
¿Las llamas estaban más grandes?
—No seas mentiroso, ChanYeol. Esa visión que tuviste en el bosque es más poderosa que aquellos sueños tuyos. Tienes sangre de ángel en ti, tienes una habilidad muy parecida a la de BaekHyun.
—Tu hermano mayor eligió la oscuridad, tu hermano menor la luz. ¿Y tú? Es extraño que un demonio te diga esto, pero no quiero morir y perder a JongIn.
Ira se encogió de hombros al terminar de hablar, hablando con tanta simpleza que ChanYeol le miró sorprendido. La mano del demonio se había unido a la mano de Ira de JongIn. Eso era algo que habría dicho él. ¿No es así?
ChanYeol se humedeció los labios.
¿Los demonios se enamoraban?
—Cuando estás con JongIn tus placeres aumentan porque estás enamorado, porque es tu único vicio.
—Así como tú eres el mayor vicio de JongIn porque también está enamorado.
El demonio de él, Gula, fue el primero en hablar, siendo seguido por Gula de JongIn, ambos mirándole con las cejas fruncidas en una expresión casi cariñosa. ChanYeol comenzaba a dudar que tan terribles podrían ser aquellos demonios que se enamoraban.
El calor volvió a aumentar.
Por una parte, su cabeza estaba procesando aquello de estar enamorado, por otra parte, estaba mentalizándose para volver a la realidad y ayudar a JongIn a sellar lo que sea que se hubiese metido a su cuerpo. Tragó saliva, arqueando una de sus cejas cuando el fuego creció tanto que incluso salía de la chimenea, casi rozando el techo.
—Ya vuelves. Estaremos apoyándote, ChanYeol, pondremos todo de nosotros para que ésto salga bien.
Al momento de mirar a los catorce demonios frente a él, jamás se imaginó que se encontraría con unas sonrisas tan paternales.
Fue todo demasiado repentino.
Abrió los ojos de par en par, sintiendo una fuerte ráfaga de viento golpeando su rostro. El intenso aroma a sangre lo recibió, aunque era opacado por un débil aroma floral. Frunció el ceño sin comprender del todo.
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Demons (2° y 3° temporada) [ChanKai/KaiYeol]
FanfictionLas cosas cada vez estaban peor. Estaban en una búsqueda desesperada por sus amigos, al mismo tiempo en que debían cuidarse la espalda entre sí para evitar que alguna especie enemiga, o quizás los demonios, terminaran de hacer el trabajo que la rei...