—¡¿Qué hacías metido en una pelea?!
La voz del demonio de cabellos rojos resonó en toda la habitación, dando la sensación de que incluso los libros que estaban ubicados en una estantería a su derecha, temblaron.
El demonio rubio que estaba frente a él se encogió de hombros. Era un chico alto, delgado y de facciones angulosas que le daban un aire de majestuosidad. Era hermoso, endemoniadamente hermoso.
ChangMin soltó un bufido.
—¿Qué clase de respuesta es esa? ¡Eres mi mano derecha! No puedes andar metiéndote en peleas sólo porque sí, Jae.
Y a pesar de que hasta hace unos segundos atrás el pelirrojo estaba molesto, ahora su voz había sonado suave y calmada, apretándose el puente de la nariz con dos de sus dedos.
Jae, el demonio rubio, rió entre dientes.
—Es sólo que los ángeles llegaron a molestar. No sé qué tanto lloran si ellos son los que vienen a perturbar mi paz.
—El demonio más fuerte del infierno hablando de paz. Que irónico.
ChangMin susurró más que nada para sí mismo. Jae alzó las cejas con un toque de diversión.
—De verdad que esta vez sólo estaba durmiendo.
ChangMin le miró con una ceja arqueada.
—Lo sé. El problema acá es que te enfrentaste a diez ángeles... Solo.
—Y maté a cinco, dejé mal heridos a tres y los otros dos escaparon. Es un buen número, ¿no?
ChangMin suspiró con pesadez, dando un par de pasos al frente hasta que logró poner sus manos sobre los hombros del rubio, inclinándose hacia el frente de tal manera que las narices de ambos llegaron a rozar. Jae le miró con los ojos abiertos de par en par.
—Un buen número mis pelotas. Sabes que si llega a pasarte algo, hago que el mundo explote.
Jae se humedeció los labios.
—No me arriesgaré a que pase contigo lo mismo que pasó con la madre de Camille.
Jae miró fijamente a los ojos de ChangMin cuando el pelirrojo soltó aquel comentario en un susurro que demostraba lo aterrado que estaba. El demonio de rubios cabellos se mordió el labio inferior.
—No eres mi mano derecha sólo porque sí, Jae. Podría haber elegido a alguien con la capacidad de calmar masas, pero te elegí a ti. Y no eres precisamente el símbolo de la paz.
Y una sonrisa cargada de sentimientos dulces se dibujó en los labios del pelirrojo. Jae frunció las cejas antes de cerrar los ojos e inclinarse más hacia adelante hasta que unió su mejilla a la del más alto, en una caricia similar a la de un felino. ChangMin también cerró sus ojos, ampliando su sonrisa.
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Demons (2° y 3° temporada) [ChanKai/KaiYeol]
Fiksi PenggemarLas cosas cada vez estaban peor. Estaban en una búsqueda desesperada por sus amigos, al mismo tiempo en que debían cuidarse la espalda entre sí para evitar que alguna especie enemiga, o quizás los demonios, terminaran de hacer el trabajo que la rei...