—ChanYeol... ¡ChanYeol!
¿Y eso?
¿De dónde venía?
¿Estaba soñando otra vez?
Pero... Se sentía demasiado real.
Se encogió de hombros cuando el viento sopló con fuerza, alborotando sus rojos cabellos y, además, trayendo consigo el hielo de toda aquella nieve que le rodeaba y que parecía formar pequeños montículos a su alrededor, haciéndole sentir en medio de un fuerte ideal para batallas en la nieve.
Como cuando era un niño.
Alzó la mirada al cielo y se percató de que las nubes cada vez se volvían más densas. Volvería a nevar; algo que le hizo dudar respecto a si era seguro o no seguir en ese lugar porque las ramas de aquellos enormes árboles que estaban a su alrededor parecían estar a punto de romperse por el peso de la nieve. Frunció el puente de la nariz.
—¡ChanYeol! ¿Acaso no me escuchaste? Estoy llamándote hace un buen rato.
No pudo evitar dar un respingo por el susto que se llevó al haber sido interrumpido de sus pensamientos que, a decir verdad, no estaban siendo muy profundos. Era una voz suave y aguda, aunque no femenina, era más bien como la voz de un niño.
¿Un niño le hablaba con tanta confianza?
Se dio media vuelta con algo de torpeza.
Ahí estaba el dueño de aquella dulce voz, un chico pálido como la nieve y con su cabello de un bonito rubio platinado. Su ceño estaba fruncido mientras que con cada paso que daba parecía hundirse aún más en la nieve. ChanYeol encontró bastante adorable la forma en que el pequeño empuñaba sus manos y demostraba entre murmullos imposibles de entender el hecho de que detestaba el invierno.
Todo lo contrario a él.
ChanYeol se quedó en silencio hasta que el pequeño llegó frente a él.
Y recién en ese momento se percató de algo.
Él también era un niño.
—Papá nos está buscando.
Uh.
ChanYeol alzó las cejas cuando se percató del golpe que tenía aquel niño en su pómulo izquierdo.
—Luhan... ¿Qué te pasó?
Y él mismo se sorprendió de lo asustada que sonó su voz, aunque el hecho de que supiera que era Luhan, también era sorprendente.
No era un sueño, era un recuerdo.
Rápidamente le puso las manos en las mejillas, teniendo el cuidado suficiente de no pasar a llevar aquella marca que tenía Luhan, quien simplemente le miró con los ojos abiertos de par en par, quedándose estático en su lugar.
—¿Te duele? Está rojo y... ¿Y morado?
Luhan chasqueó la lengua, como si buscara restarle importancia a todo aquello, pero para ChanYeol no funcionó en lo más mínimo, de hecho, tuvo el efecto contrario.
—Volvamos a casa y yo te ayudo a-
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Demons (2° y 3° temporada) [ChanKai/KaiYeol]
FanfictionLas cosas cada vez estaban peor. Estaban en una búsqueda desesperada por sus amigos, al mismo tiempo en que debían cuidarse la espalda entre sí para evitar que alguna especie enemiga, o quizás los demonios, terminaran de hacer el trabajo que la rei...