cuatro

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—JUNG HYORI—

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JUNG HYORI

— ¿Realmente quieres continuar con esto?

— ¿A qué te refieres? —pregunté mientras masajeaba mi nuca.

— Llevas por lo menos ocho días durmiendo en esa incómoda cama. ¿Porqué no quieres ir a dormir a un hotel? 

— Prefiero sufrir de este tipo de dolores, antes que las migrañas que me causan los gritos de mamá. ¿Te imaginas cómo se pondrá cuando se entere que no he dormido con JaeBum en la misma habitación durante tanto tiempo? Ugh. —alguien tocó la puerta y esta inmediatamente se abrió.

— Señorita Im, el señor TaeHyung está aquí. —fruncí mi ceño y revisé la hora en mi teléfono.

— Nuestra cita está programada para las cinco de la tarde y apenas son las once de la mañana. ¿Qué es lo que quiere? ¿No puede esperar seis horas más?

—negó lentamente— Lleva unos diez minutos insistiendo con querer verla, no pude hacer mucho para que se fuera...

—suspiré— De acuerdo, hazlo pasar. —me retiré los lentes y los guardé en su estuche. 

— ¿Quieres que me quede? —asentí, HoSeok tomó asiento frente a mí y desabotono el primer botón del saco que llevaba puesto. A los segundos que mi secretaría abrió la puerta, SoEun corrió por la oficina con una pequeña mochila en su espalda, ciertamente lucía adorable pero no entendía porqué había traído de nuevo a su hija a un lugar como este.

— Buenas tardes señorita Im —hizo una reverencia, asentí con la cabeza mientras lo veía—, es un placer verte después de tanto tiempo, hyung —HoSeok asintió y desvió su mirada, TaeHyung hizo una mueca pero no insistió más—. Antes que nada pido disculpas por esto, no tenía contemplado llegar hasta las cinco de la tarde pero me ha surgido un pequeño problema. ¿Se encuentra ocupada para una pequeña reunión de cinco minutos?

— A decir verdad si estoy ocupada, pero espero que sólo sean cinco minutos señor Kim. ¿Qué sucede? —se acercó hasta mi escritorio y rápidamente hizo una inclinación de noventa grados, dejándonos a HoSeok y a mí confundidos.

— Por favor, cuide de SoEun durante algunas horas. —durante unos segundos nadie dijo nada, esto parecía ser una broma. HoSeok rio y negó mientras TaeHyung se reincorporaba.

— ¿A caso parecemos una guardería, señor Kim? ¿Qué le hace creer que nosotros aceptaremos cuidar de una niña? —TaeHyung suspiró y peinó su cabello hacia atrás.

— Lo siento, pero no pude pensar en otras personas a quienes recurrir, señorita Im sabe que no confío en las guarderías, así que tuve el atrevimiento de pedir su ayuda. Yo... Mi esposa vendrá hoy a Japón y no puedo permitirle que vea a mi pequeña —HoSeok y yo volteamos a vernos mientras escuchábamos a TaeHyung hablar—, no nos encontramos en un buen momento de nuestro matrimonio y no quiero que SoEun presencie algo que no debería. Buscaré la forma en la cuál compensarlo, pero por favor...

© back to me; kth | book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora