© back to me; kth | book #2

seis

—JUNG HYORI—

Mientras estaba tomando una ducha, escuché mi teléfono sonar y como pude contesté la llamada, poniéndole en voz alta.

— ¿Quién habla? —pregunté mientras lavaba mi cabello.

— Im JaeBum. ¿Te desperté? Lo siento, creí que ya había amanecido allá.

— Es correcto, ya es de día así que no me despertaste, de hecho estoy tomando una ducha —hubo un largo silencio— ¿JaeBum?

— Hagamos una vídeo llamada. 

— No gracias. —respondí mientras abría la llave de la regadera para enjuagar mi cabello.

— No perdía nada en intentarlo.

—reí— ¿Qué sucede? Creí que hablaríamos por la noche antes que saliera tu vuelo.

— Sobre eso, cancelé algunas citas así que tomaré el próximo vuelo a Corea, probablemente llegue por la tarde. Solo hablo para avisar y bueno, pedir la dirección del hotel donde te hospedas, supongo hoy tendrás la agenda llena y no podrás venir a recogerme. Pediré un taxi cuando llegue al aeropuerto de Seúl.

— Está bien, después te enviaré la dirección y el número de la habitación.

— Te hablaré más tarde, suerte hoy.

— Gracias e igualmente. ¿Podrías colgar? 

— De acuerdo, nos vemos en unas horas.

Unos minutos después terminé de ducharme, salí de la regadera y enrollé la toalla en mi cuerpo mientras que una más pequeña la enrollé en mi cabello. Tomé mi teléfono y salí del baño para vestirme.

— Señor Im, ¿Dónde dejo estos documentos? —reí y revisé mi teléfono, aún estaba activa la llamada. 

— ¿No te pedí que colgaras, JaeBum-ah?

— ¿Querías que colgara sabiendo que te estás bañando? No, no. Pude haber escuchado algo muy interesante. —rodé los ojos y despegué el teléfono de mi.

— Está bien, colgaré yo. —colgué antes de que protestara. Dejé el teléfono en mi cama y me arreglé con calma mientras revisaba mi tableta, como mi primera tarea del día, tenía que asistir a una conferencia que se llevaría a cabo en un instituto para incentivar a los jóvenes estudiantes. Debido a todo el trabajo que he tenido, no había memorizado del todo el discurso que había preparado pero supongo que los veinte minutos de camino en el carro me servirían de mucho.

Le di un último vistazo al documento antes de salir de la habitación con mis cosas en manos, detestaba memorizar fechas y en el archivo habían bastantes, ugh. Saliendo de mi habitación me encontré a HoSeok, quién llevaba un traje gris claro que se acoplaba perfectamente a su cuerpo, su cabello estaba peinado hacia atrás y como accesorios llevaba puesto un reloj que nuestros padres le habían regalado en su último cumpleaños, realmente lucía atractivo.

— Los genes Jung realmente son espectaculares —aplaudió HoSeok al ver mi vestido. 

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— De acuerdo, mantenme al tanto sobre ello. Puedes retirarte. —SoHye hizo una reverencia y salió de la oficina. 

Una de las razones por las que habíamos viajado mi hermano y yo a Seúl, era porque planeábamos mudarnos de país, y con esto me refiero a mover la sede de JunSyo a Seúl. Ahora que habíamos realizado tantos contratos con diversas empresas coreanas y americanas, nos complicaba un poco todo el tener que viajar durante tantas veces al mes sólo para alguna reunión con inversionistas de Corea, además, varias de las empresas con las que nos habíamos aliado en Japón dejaron de sernos lo suficientemente útiles para seguir trabajando con ellos, no encontrábamos sentido a tener la sede en este país.