siete

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—JUNG HYORI—

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JUNG HYORI

— ¡Por favor cálmense señores! —grité, un poco alterada ya. Llevaba unos diez minutos rogándole a estos hombres que se marcharan de mi empresa, sin embargo no hacían caso y las cosas estaban saliéndose de control, aunque ya no me importaba si pasaba algo. HoSeok y los demás probablemente se encontraban ya en el hotel, a salvo. 

— Sabemos que el señor Kim TaeHyung está aquí, ¡No intente cubrirlo o será peor!

— Le repito, el señor TaeHyung no está aquí. Además, ¿Por qué debería cubrirlo? Y debo recordarles que ustedes no pueden irrumpir en mi empresa así sin más, les pido se retiren, ya tuve suficiente de esto.

— Entraremos por las malas si no nos deja pasar.

—sonreí— Inténtelo. —apenas se acercaron a los ascensores, los guardias los detenían o de lo contrario, les daba un golpe en la cara. 

SoHye, quién permanecía detrás mío observaba la escena con admiración. Era difícil pelear con un vestido así que solo podía golpearlos o enterrar mi tacón en sus genitales. Fue así hasta que los policías finalmente llegaron, arrestando a algunos de los hombres que aún se encontraban en la empresa. Otros habían huido apenas escucharon las sirenas, pero finalmente pudimos impedir que entraran e hicieran aun más escándalo. Algunos de los guardias habían resultado heridos, así que les di el resto del día para que fueran al hospital a atender sus heridas y golpes. 


⋆⌘⋆ ────────

— No necesito vendas SoHye, no te preocupes demasiado por esto. —dije mientras revisaba la información en mi tableta.

— P-pero señorita Im, sus nudillos...

— ¿Dan una mala impresión? 

—negó rápidamente, le sonreí— ¿Le duele mucho?

— No siento nada, no importa. Por favor continúe con su trabajo —asintió apenada y salió de mi oficina. 

Estuve en mi oficina aún después del incidente para buscar algo de información que necesitaba, pero ya que el día había sido suficientemente agotador, le di el resto del día a SoHye, debía seguir conmocionada por la visita que tuvimos. Estaba guardando algunas cosas en mi bolso hasta que mi teléfono sonó, interrumpiendo mi tarea.

— ¿Están en casa? ¿Cómo va todo? ¿SoEun se asustó mucho?

— Escucha, por nada del mundo debes ir al hotel. 

— ¿De qué hablas? 

— Cuando estábamos frente al hotel vimos varias camionetas blindadas estacionadas justo frente a nosotros, parecían ser los mismos tipos que viste en la empresa. No podemos asegurarlo pero probablemente estén aún ahí, esperándonos o en el peor de los casos, esperándote a ti. Te mandaré la ubicación por mensaje en unos minutos, por favor no vayas al hotel. ¿Entiendes?

© back to me; kth | book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora