dieciocho

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—JUNG HYORI—

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JUNG HYORI

— HyoRi —me llamó, voltee a verlo y le presté toda mi atención cuando pude ver que se estaba armando de valor para hablar— ¿Aún me guardas rencor por todo lo que pasó entre nosotros?

Mierda, no me preguntes eso ahora TaeHyung.

— ¿HyoRi? —llamó mi atención de nuevo cuando notó que ya no le estaba prestando atención, tomé aire y desvié mi mirada intentando encontrar la respuesta a su pregunta, realmente no había pensado en eso durante estos días. 

Quiero decir, evitaba todo tipo de interacción con TaeHyung pero no era precisamente por lo que había pasado entre nosotros cuando éramos adolescentes, sino por lo que había sucedido días anteriores, la última noche que estuvimos juntos. Reconozco que era porque tenía miedo a enfrentar lo que me había hecho sentir la última vez que rocé mis labios con los suyos, lo que me hacían sus mensajes de buenos días, su aroma o tan solo su presencia, eran suficientes para hacerme temblar.

— Oye, no quiero interpretar tu silencio como una respuesta positiva pero, si no me dices nada y encima volteas la mirada, no hay mucho que interpretar. —respondió nervioso mientras bebía un poco de su té. Sostuve la mirada en aquella acción y al fin pude hablar. 

— No te odio TaeHyung, no te guardo rencor y tampoco lo hago por todo lo que pasó o no pasó entre nosotros cuando éramos jóvenes, creo que eso lo he dicho en reiteradas ocasiones —tomé aire y bajé la mirada mientras observaba mis manos—, pero no puedo ocultar el hecho que muy en el fondo de mi corazón, tengo aquella necesidad de verte totalmente desecho por amor. —me sinceré avergonzada, TaeHyung sonrió a medias y asintió.

— Comprendo. Agradezco que seas sincera conmigo, y aunque no sea correcto decirlo: gracias por no odiarme —alcé la mirada, el se encontraba mirándome expectante mientras apoyaba ambos codos sobre la mesa, para apoyar sus mejillas en las palmas de sus manos—. Si te sirve de consuelo, yo también he sufrido tanto como tú por amor, gracias al cielo que no estuviste cerca para verme así, de lo contrario no me lo hubiese perdonado jamás.

— Honestamente, no es algo que me haga sentir mejor pero te agradezco por intentarlo. ¿Nos vamos? —pregunté mientras bebía el último sorbo de café, TaeHyung pagó la cuenta sin decir nada más sobre el asunto, algo que agradecí internamente.

Nos despedimos con un cálido abrazo y cada quien se dirigió a su respectivo trabajo sin decir mucho más, por primera vez en tanto tiempo me sentía en paz, esa conversación me había provocado una inmensa calma en todo el caos que estaba atravesando en mi vida, parecía irreal. Pero como todo en la vida adulta, lo bueno solo dura poco, apenas atravesé las puertas del edificio me di cuenta que sería otro día difícil. ¿La razón? La señora Jung estaba aquí.


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— ¿¡Quién te crees que eres para romper el compromiso que existe entre las dos familias, uh!? —mi madre había estado esperando pacientemente que mi reunión con el señor Woo terminara, parecía que había estado practicando lo primero que me gritaría cuando me viera regresar a mi oficina.

© back to me; kth | book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora