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—JUNG HYORI—

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JUNG HYORI

— Debe ser una maldita broma. —me quejé mientras dejaba la hoja sobre mi escritorio y despeinaba la coleta que me había hecho hace unas horas.

— Sólo quiero aclarar que esto no lo he hecho yo, han sido nuestros padres —dijo HoSeok mientras se recargaba en la pared—. No pongas esa cara, después de todo no todos los días se cumplen dos años de haberte casado con un maravilloso hombre —me coloqué mis lentes de nuevo y continué revisando los documentos que tenía esparcidos en mi escritorio—, JaeBum jamás se ha comportado mal contigo, además, ambos sabemos que te gusta, no tienes porque actuar de esa forma en mi presencia. 

— Lo sé, no estoy actuando de esta manera por ello. Realmente tengo muchas cosas por hacer y no estoy en posición de ignorar todos mis deberes por una comida con él, mamá debió preguntarme primero antes de hacer la estúpida reservación.

— En primer lugar —me quitó los papeles de la mano—, no es una simple comida, hablamos de tu aniversario —bufé—, segundo lugar, nadie te preguntó porque sabíamos que te negarías.

— Claro, no quiero ver a JaeBum aún. Lleva un mes siendo un imbécil por sus celos hacia Mark. No le queda claro que es solo un compañero de negocios y desde que fui a Estados Unidos no lo he vuelto a ver.

— Tercero —continuó, ignorando todo lo que recién había dicho—, no pongas excusas que le pedí a SoHye que hiciera espacio en tu agenda para hoy. Sal a divertirte, regresaste a Japón hace cuatro días y desde entonces te la pasas en tu oficina, además en unos días tendrás que viajar a Corea así que estarás más ocupada, sé que ahora que eres presidenta tienes muchas cosas por hacer pero te estás excediendo.

— HoSeok por favor, inventa alg—

— No lo haré HyoRi. He pedido al chofer que te lleve a la dirección que me dio mamá, está esperándote abajo. Yo me encargo de lo que haga falta en la oficina que no por nada soy vice presidente. —reí y asentí, guardé mis lentes en su estuche y recogí mis cosas.

— Le diré a la secretaría que te asista en todo lo que necesites. Me iré ya, por favor no hagas desastres en mi oficina. —el solo asintió y me sacó la lengua. Tal como HoSeok dijo, mi chofer se encontraba frente a la empresa esperando por mí, apenas entré a la camioneta, arrancó en dirección al restaurante. Aproveché los veinte minutos de viaje para revisar algunas notas que había escrito durante la reunión matutina de hoy, debía mandárselas a mi secretaría para que las haga llegar a los encargados de cada área correspondiente.

Cuando llegamos al restaurante, mi chofer me abrió la puerta y ayudó a bajar de la camioneta, tomé mis cosas y entré al edificio. Lucía bastante lujoso, ostentoso e innecesariamente brillante, pero ah, mi madre tenía gustos demasiado extravagantes en cuanto a restaurantes se trataba. El gerente me guio hasta mi mesa —aunque era algo tonto pues mi madre había hecho la reservación del restaurante entero—, donde JaeBum ya se encontraba con un enorme ramo de rosas rojas, sonreí al verlo.

© back to me; kth | book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora