Hibrido, fantasma, vampiros, cazadores y la bruja.

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Una hora después de la cena.
Bonnie enciende las velas, todas al mismo tiempo.
-Estaba un poco oscuro.- dijo.
Mary sonrió y tomó un sorbo del vino.
-Entonces, ¿ayudaras o no?.- Klaus dijo sin filtro, estaba harto de ello.
-Lo haré. Con una condición.
Todos esperaban a que la dijera.
-Necesito la verdadera historia. Llegaron con mentiras, ¿Cómo se supone que yo crea en ustedes?
Nadie dijo nada.
-Se que el chico de aquí no es para nada tu novio Bonnie, es Stefan Salvatore. Lo tuve que notar desde el principio, ese cabello tal y como lo describían todos, tan gentil, atento. Lo único que no note son los colmillos, ah y lo menos importante, que el estaba muerto.
Klaus se levantó ya molestó y tiró la copa que estaba en su mano hacia la cazadora, esta logró esquivarla.
-¿Perdiste la cabeza?
-La única que va a perder la cabeza eres tú, niña ridícula.
-¿Perdón?
Su gente quiso comenzar a combatir cuando Klaus se acercó a ella pero esta los detuvo con solo un movimiento de manos.
-Entiende esto cazadora, nos ayudas o nos ayudas, ya estuvimos esperándote más de una noche, ya nos dejaste encerrados y sin comunicación, no sabemos dónde diablos estamos y yo y mi orgullo no dejarán que una niña mimada y con aires de grandeza me haga quedar como un estupido, soy Niklaus Mikaelson, cree cuando te dicen que mi reputación me precede.
Esta no parpadeo en ningún momento y tampoco se asusto, solo le dio la sonrisa estupida que tenía siempre.
-Está bien.
-¿Está bien?
-Esta bien.
Bonnie de un suspiro apago todas las velas.
-¿Cuándo nos vamos entonces?
-Hoy mismo. Ya encontré a los lobos, y el arma que puede matarlos.
-¿Y qué es eso?
-El ancla, y Bonnie Bennett.
La respuesta los sacó de todo lo que pensaban, no fue para nada aliviadora. ¿Qué rayos tenía que ver el ancla con Bonnie nuevamente?
-¿Quieres que vuelva a convertirme en el ancla?
La cazadora no asintió pero tampoco negó.
-Créeme que no es nada lindo que veas personas muertas en todos lados y que pasen sobre tu cuerpo para poder cruzar al otro lado.
-No seas tonta Bonnie. No quiero que te conviertas en el ancla, quiero que te conviertas en la última vida de Rayna otra vez.
Bonnie río con ironía.
-Eso es imposible. Aunque tuviera que hacerlo, la última vida ya no existe, Damon la quemo, por eso deje de ser la cazadora.
-Tenemos otra, entre cazadores tenemos más secretos y posesiones que cualquiera, así que...
Bonnie Bennett, para derrotar a los monstruos que mataron a tu hija tienes que convertirte en la cazadora.
Lo dijo a propósito para herirla, a Mary no le caía bien y era reciproco, eso se notaba inmediatamente.
-Ah, ¿Ellos no sabían la causa de tu odio?. Bueno, ahora lo saben.
-Es un gusto hacer tratos contigo, Mary.- Bonnie respondió.- Y si me disculpan, estoy algo cansada.
Se levantó tirando la silla y se fue.
-Bonnie...- Damon quiso detenerla pero está siguió su paso, ignorándolo.
-Déjala ir Damon, está demasiado dañada, no hay nada que puedas hacer por ella.- Mary se acercó a él y puso su mano en el hombro de él.
-Tu, y tus amigos cazadores matan sobre naturales porque nos creen la peor escoria de la humanidad, no se dan cuenta que ustedes no son mejores.- Damon respondió a su cálido apoyo y le quito la mano de encima.
Se fue de ahí, todos los demás le siguieron el paso pero por diferentes direcciones.
-Gracias por esta cena tan sin gracia.- Caroline dijo al ser la última en irse cuando Klaus pidió su mano para retirarse, Stefan solo desapareció cuando vio que ellos se iban juntos.
Platicaron al rededor del jardín.
-No hemos tenido la oportunidad de hablar en estas últimas semanas, tú estabas en la escuela Salvatore y yo buscando a la bruja.
-Buscar a Bonnie te consumió demasiado, Klaus.
-Si tan solo hubiera sabido que era ella.
-A todos nos tomó de sorpresa.
-A unos más que otros amor.
Ella asintió un poco triste y su mirada se desvió al cielo, las estrellas eran escasas, en la ciudad de México podías apreciar todo lo bello a excepción de el hermoso ciento de estrellas.
-Pero sabes que las cosas con ella saldrá bien, tú no estás preocupada por eso...
Los labios de la rubia temblaban, no quería, no podía verle.
-...Es por Stefan ¿cierto?
Y le soltó, cuando lo hizo Klaus sintió que Caroline dejó ir algo más que el tacto de su mano. Y lo repitió en su mente más de dos veces.
-Stefan ha vuelto.- ella dijo.- algo que jamás creí que ocurriera, y él está aquí de nuevo.
-Y tú quieres esta con él.
-Claro que si Klaus, debes saberlo más que nadie, sabes cuán enamorada estuve de él, sabes que es el amor de mi vida, me casé con el Klaus!
-Tranquilízate, lo sé amor.
-Pero te amo, estuviste ahí cuando nadie más lo estuvo, conectamos de alguna manera y, te amo Klaus.
-Pero si tuvieras la certeza que Stefan se quedara para siempre...
-Basta, por favor.
-Tu lo elegirías sin pensarlo, y lo entiendo. De verdad. Pero si no lo hace, no puedo estar compitiendo con un fantasma todo el tiempo. Me importas demasiado como para pedirte que te quedes conmigo cuando él está por ahí, esperando una oportunidad para hablar con su esposa, porque para él lo sigues siendo. Dime, cuando te salvo de ser atacada, cuando lo volviste a ver, ¿Qué paso?
-Lo abrace, creí que alucinaba pero lo abrace y no lo quería soltar nunca.
-¿Y qué es lo que no hiciste qué querías hacer?
No respondió al principio, pero era obvio, ¿Qué es lo que quería hacer al ver al amor de su vida después de casi un siglo?
-Besarlo, quería besarlo y él quería hacerlo también pero sabía que estaba contigo, no lo hicimos aunque se sintiera...
-¿Correcto?
-No quiero herirte Klaus, es lo que menos quiero.
El la abrazo, era el mismo Klaus que alguna vez aterró a medio mundo pero también se encontraba un nuevo y asombroso ser que encontró la felicidad en su familia y en ella por su puesto.
-Ve a besarle entonces.
-¿Estas loco?
-No, tú eres la única loca aquí que ve a su otra mitad frente a su persona y no le demuestra que aún lo ama.
-¿Esto qué quiere decir entonces?
-Qué disfrutes tu tiempo con Stefan, si se queda o se va, yo siempre estaré aquí, esperando por ti, viendo por ti.
-Te amo Klaus.
-Yo también te amo Caroline Forbes.
Volvió a abrazarla y cuando se alejaron, la vio a los ojos y con una sonrisa se fue.
-¿Cómo no hacerlo?.- susurró ella.
Camino hacia el lago, hacia Stefan que se encontraba en los columpios. Se sentó en uno y se meció por un momento.
-Stefan Salvatore.
-Caroline Forbes.
-Caroline Forbes-Salvatore.- corrigió.
Este sonrió y su rostro se iluminó.
-Siempre una parte de mí estuvo contigo Stef.
-Y ahora regrese... temporalmente.
-Eso no lo sabemos.
-Es verdad, no lo sabemos, o no lo queremos aceptar.
-Bonnie no perderá a Enzo dos veces.
-¿Y tú?
Caroline se levantó y se acercó a el.
-Eso no lo sabemos.- ella repitió.
Este se levantó de golpe, sus manos estaban en el cuello de ella, le sostenía la cara mientras sonreían, y la beso. Un beso lleno de amor, lujuria y lágrimas, un beso que decía más que mil palabras, un beso que marcaba toda la existencia de ambos.

 Un beso lleno de amor, lujuria y lágrimas, un beso que decía más que mil palabras, un beso que marcaba toda la existencia de ambos

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...
El cazador llegó a con Bonnie, esta no quiso dejarle pasar al principio pero él era rudo y lo hizo de igual manera.
-¿Ahora qué? si Mary sabe lo de Stefan y quién sabe cuántas cosas más. La subestime y terminó dejándome en ridiculo.
-Pero lo demás, todo es verdad.
-No puedo confiar en ti.
-Pero lo haces, confías en mi de alguna manera. No pierdas eso Bonnie, tu inteligencia.
Le pidió que dejara la habitación amablemente, este acepto sin ponerse rudo y se fue.
Enzo apareció cuando Bonnie apagaba las luces.
-¿Dónde estabas?
-Bonnie, ya se quien es el ancla.
-Necesito saber lo para aliarme con ella, o el.
-Necesito que estés lista para lo que te voy a decir, porque el ancla es...
Un líquido negro comenzó a salir de sus orejas y después nariz y boca.
-¿Enzo?
Encendió la primera luz que había apagado y corrió hacia él para ayudarlo, pero cuando quiso tocarlo le traspasó y se des balanceo.
-¿Qué está pasando Enzo?
-El ancla...
Y desapareció.
...
Caroline y Stefan platicaban mientras veían el lago y todo a su alrededor, cuando la chica notó que en la mano de él había caído un líquido color negro y cuando volteo a verle, los ojos de este estaban sangrando, al igual que todo lo demás como a Enzo.
-¿El ancla es ella?.- dijo apenas pudo hablar con un poco de tos.
-¿Stefan? ¿Qué sucede?
-El otro lado, dile, dile a Bonnie que el ancla es...
Y también, desapareció.

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