Volviendo a lo que fue

Buen dia, sol.

Fueron días de caza tras caza, árboles incendiados por el fuego que los licántropos caídos ocasionaban, estaca tras estaca, Bonnie ejerciendo fuerza una y otra y otra vez con cada muerte.
Estaba atardeciendo, restauraba sus estacas y les otorgaba más filo y firmeza. Damon la merodeaba frecuentemente pero no se acercaba lo suficiente como para que una de esas estacas tuviera grabada su nombre en ella.
Lydia ni siquiera la podía ver a los ojos, sentía impotencia y miedo que al verla, su madre no sintiera más que desprecio.
Enzo y Stefan estaban con ella, buscando él como destruir al otro lado y cualquiera que se interpusiera en su camino para hacerlo, como hacerlo y que ella saliera ilesa. Porque tenía que hacerse, ya se destruía voluntariamente pero los licántropos no tardarían en encontrar una manera de regresar una vez atravesando al ancla, una vez atravesando el cuerpo de Lydia.
-Cuando Bonnie regrese y vea que se han ido se molestará, se le romperá el corazón.- Lydia comenzó la platica que todos evitaban.
Enzo volteó a ver a Stefan y viceversa.
-Bien.- Stefan era mejor en los discursos.- Te tiene a ti, a su mejor amiga y tiene a Damon, ella estará bien.
-Sabes que es desinteresada por su estabilidad emocional, ella pensará en los demás, Caroline dejó todo por ti, ahora no tendrá siquiera eso.
-Veo que Bonnie se abrió completamente a ti.
-Yo no puedo dejar que mi... que Jackson muera sin siquiera conocerle, él se sacrifico por mi, y tú, tú por tu hermano y este pueblo. No son tan diferentes. Yo... encontrare la manera, debe de haberla, haré el hechizo que esa chica... Liv hizo alguna vez para que ustedes cruzaran.
-Casi moría, su hermano, Luke la salvo.
-Yo soy más fuerte de lo que esa chica fue.
-Y el hechizo, ¿lo conoces?.- Enzo tocó el hombro de la chica.
De pronto se quedó muda, pero los fantasmas la persuadieron a contarles.
-Bonnie es la única bruja que conozco que sabe el hechizo. El hechizo no es parte de mi grimorio.
-Estamos muertos.
Mucha brisa recorría el lugar, una tormenta de aproximaba, era extraño que ocurriese en esa época del año.
Las gotas por muy pequeñas que fuesen comenzaron a notarse.
Bonnie se levantó de la roca donde estaba sentada a inspeccionar el lugar y sus ojos la llevaron hacia Damon, el cual llenaba y hacía granadas de wolfsbane, su mirada perteneció a él y solo a él por casi medio minuto.

-Rick me enseño a fabricarlas.- le dijo a Bonnie pero sin voltear y aún muy concentrado en su parte del trabajo.
Por un mili segundo se asustó un poco y volvió a tomar posesión de la roca.
-Te dije que no me dirigieras la palabra Damon.
-Tu me observabas, tú eras la acosadora esta vez.
-Quería saber cómo se fabricaban, yo soy más de estacas y rifles con balas de madera.
-Tu vida de cazadora es de la vieja escuela. Y aburrida.
Le lanzó una estaca y el sexto sentido del vampiro la pudo percibir a tiempo para esquivarla y tomarla en su mano.
-Pudiste hacer que la granada estallara.
-También quería saber si funcionaba, y si podías callarte con eso.
Enzo salió de la cripta y advirtió que la lluvia solo empeoraría.
-Amor...
Lo volteó a ver fríamente.
-...Tenemos que irnos, mañana podremos continuar.
-Yo siento que está aquí, lo puedo percibir.
Quiso acercarse pero no lo hizo, darle espacio era lo que hacía mejor. Bonnie sujeto su cabello que estaba hecho un desastre, y frotó sus ojos haciendo que el rimen se le escurriera un poco.
Las gotas ahora eran casi chorros por la manera en que caían.
-Ya oscureció, tu vista se nublará acá afuera Bonnie, vamos.
Camino hacia el lado contrario de ellos cuando alguien le disparó por la espalda con dardos tranquilizantes y cayó al lodo.
Mary lo hizo. Damon corrió hacia ella tomándola en sus brazos y limpiándole el rostro.
-Pudiste advertir para atraparla.- Damon dijo cuando le rozó el hombro.
-Es cierto, pude.
La llevo a su auto y la metió en la cajuela.
-Es la tercera vez que te meto a la cajuela de mi camaro inconsciente, nuestra relación tiene asuntos graves que arreglar Bon Bon. Dejando de lado que una vez intenté asesinarte.
La llevo a la casa Salvatore, a su habitación, y la recostó en la cama, verla dormir era algo tan lindo, quería hacerlo siempre, él sabía que quería y necesitaba que ella fuese el rostro que sus ojos vieran primero a cada despertar.
-Eres hermosa Bonnie Bennett.
Acaricio su mejilla y le dio un tierno beso en la frente. Acto seguido le despojó la chaqueta y los zapatos. Su ropa estaba húmeda y tuvo un debate consigo mismo sobre cambiarla o no. Al final, el Damon pícaro y que buscando ser asesinado ganó.
Primero su pantalón, lo hizo con demasiado cuidado y con otra dosis de sedante, dejó a relucir unas brillantes y morenas-doradas piernas. Después la blusa, y decidió ponerle una de él, jamás había estado así de cerca de su piel, de su pecho, de su intimidad y esa fue una manera extraña de conocerla. Abrochó los botones, soltó su cabello y la acobijo. También escondió todas las armas a su alrededor.
Fue tan estupido como para quedarse dormido junto a ella sabiendo que podía no haber un mañana.
Pero lo hubo.
Despertó y la chica estaba encima de él, con un palo de escoba cortado de la cuarta parte.
-Buenos días a ti cariño.- dijo sonriéndole, aunque por dentro un corazón que aún parecía latir, lo hiciera con más rapidez de lo normal.
-¿Por qué no matarte aquí y ahora? Sin testigos, puedo decir que huiste, de nuevo.
-Porque uno, me amas, porque dos, estás como loca enamorada de mi, porque tres, la mancha que dejarías seria muy difícil de quitar de mis sabanas preferidas.
Ella se hizo a un lado y le dio un vistazo rápido a la habitación.
-Ya había estado aquí antes.
-¿En serio?, ¿Por qué no me invitaste?.- se acercó a ella y aprovechó que estaba distraída para quitarle la madera de sus manos.
-Con Elena y Caroline, estoy casi segura que entramos a tu bañera, ebrias.
-Oh...
Sonrió algo dolido y se levantó directo a prepararse una copa.

-¿No crees que es demasiado temprano para empezar a ser tu?
-Nunca es lo suficientemente temprano.
-Me voy. No puedo estar un minuto más aquí. Pero tengo que admitir que es diferente a la primera vez.
-Claro que lo es Bon! Tu propósito eran todos los que estábamos marcados, y me odiabas. Ahora tus prioridades cambiaron, licántropos y... me amas.
-Creo que lo de odio sigue en pie. Una parte de mí siempre te odiará, y puede que no esté siendo yo misma ahora pero, si lo digo no es para lastimarte, es que estoy segura que en lo más profundo de mi así me siento.
-Odio, amor, una línea tan delgada.
-Te veo en el cementerio, trataré de que la perra de Mary no me dispare por la espalda,ñ de nuevo.
-Tu ropa está en la habitación de al lado.
Y se fue, y este sonrió sin más.