Parte 19

503 52 1
                                    


Sus labios sabían a cerveza y la forma en la que me beso esta vez fue apasionada, se trató de un beso fuerte y apasionado, como si intentara aclarar que, entre nosotros sí pasaba algo.

La pasión se sentía en cada movimiento y en ese momento en lo único que me podía concentrar era en sus labios. Lo arrastré hacia mí, sujetando su cuello mientras él me mantenía cerca con su mano en mi cabello, e intentaba minimizar el espacio entre nosotros aun más con con un brazo en mi cintura.

Todavía tomándome por la cintura, se apartó y apoyó su frente contra la mía.

–Me siento más cómodo con mi hermandad pensando que soy el típico mujeriego que se pasa las noches con distintas mujeres antes de que sepan que, en realidad, me quedo en mi casa cuidando de mi hermana. –me susurró el morocho, con sus labios todavía cerca de los míos.

Fui una idiota por pensar lo contrario. Cameron no contaba con ni un poco de maldad dentro suyo, tan solo lo aparentaba, como forma de escudo.

Al terminar su explicación, me liberó de su agarre.

–Lo siento, es solo que... –realmente no sabia que decir, no tenia excusa alguna por la estupidez que me había creído– No lo sé, no me cuentas mucho sobre ti, y siempre termino enterándome en estas circunstancias.

Lo observé, él comenzó a reír tranquilamente.

–Tu tampoco hablas mucho de tu vida a decir verdad –me tensé al imaginar que pensaría de mí si le contara todo sobre mi vida–. Ven, volvamos a entrar.

Cameron me ofreció su mano.

Ni bien cruzamos la puerta de entrada, una Nicole medio borracha se nos aproximó, preguntándonos reiteradas veces en donde nos habíamos metido.

Luego nos dirigimos hacia la cocina, allí se encontraba el grupo con el que anteriormente habíamos jugado al verdad o consecuencia.

Cuando estábamos por retirarnos de la habitación, la misma rubia que tanto le complicaba los días a Cameron nos detuvo, arrastrándonos hacia la ronda.

–¿A dónde creen que van? –nos preguntó Emily, eufórica.

–Bella, nos agradas. ¿No quieres unírtenos a la fraternidad? Tenemos una ultima habitación libre. –me propuso Brandon.

La tan esperada pregunta por fin había llegado, y estaba preparada para responderla.

Lo miré a Cameron por unos momentos para transmitirle confianza, él me miraba nervioso.

–Agradezco su propuesta, pero no estoy buscando formar parte de una fraternidad, lo siento.

Pude escuchar como el morocho largaba un largo suspiro de alivio.

Luego de unos minutos logramos huir de allí.

Nos unimos con dos vasos llenos de cerveza al otro pequeño grupo en el que se encontraban mis amigas, y al dar mi primer sorbo, una gota de mi bebida se escapó por el costado de mi labio, deslizándose con lentitud hasta mi barbilla.

Pero justo cuando estaba por caer al suelo, el morocho pasó su dedo indice y se deshizo de la pequeña gota para luego llevar su dedo a su boca, mientras miraba con detalle mis labios.

Observé ese pequeño gesto con detenimiento, sintiendo como una llama se encendía dentro de mi.

Cameron me sonrío como si lo que acabara de hacer no me hubiera derretido por dentro, y me abrazó de costado para dejar reposar su mano en mi hombro contrario.

Cenizas del Pasado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora