Cenizas del Pasado ©

Parte 23

Me encontraba buscando una película para ver hacía un rato, había decidido no ir a la fiesta de Carly porque no me encontraba con ánimos.

Había hablado con Carly por el teléfono hace aproximadamente una hora, ella me insistió unas cien veces para que vaya a la fiesta, pero no me dejé influenciar por sus rogarías y finalicé la llamada, reclamándole que no se divirtiera demasiado sin mí.

Luego de cortar el teléfono, me dirigí al buzón de llamadas, había intentado llamar a Cameron la semana pasada, pero al darme cuenta que la llamada se había cortado al tercer tono, comprendí que él la había rechazado.

Cuando volví a concentrarme en la elección de películas, opté por ver algún clásico y finalmente me decidí por El Titanic.

En el instante en que le di play a la película, alguien llamó la puerta. Supuse que era Nicole, que se había olvidado las llaves, pero al abrir la puerta me llevé una sorpresa.

Carly se encontraba vestida de negro, con maquillaje de noche y el cabello recogido en un moño por encima de su cabeza.

–Vamos, cámbiate, que tú te vienes conmigo.

Me ordenó mientras se invitaba a la habitación y encendía la luz.

–¿Estas loca? Ya te dije que no iría.

Me senté en mi cama con las piernas cruzadas, luciendo mi pijama de invierno de Los Simpson.

–Y yo te estoy diciendo que si vendrás.

Se acostó en la cama de Nicole con confianza.

–¡No me puedes obligar!

Permanecí sentada, imponiendo respeto hacia mi decisión.

–Oye. ¿Tú sabes que soy capaz de arrastrarte con ese pijama de "Los Simpson" hasta la fiesta verdad? Sabes que tengo fuerza, y si todavía no has dado cuenta, puedes preguntárselo a Noah.

Me guiño un ojo atrevidamente, en ese momento caí en la cuenta que no sabia nada de aquellos dos desde hace tiempo, y decidí distraerla un poco.

–Hablando de Noah. ¿Qué hay de nuevo con ustedes dos? –mi voz sonó excesivamente curiosa y podía notar en su expresión que se había percatado de mi intención.

–No intentes cambiar el tema –se sentó en la cama para hablar en serio–. Te propongo algo, te contaré todo sobre lo que estuvo pasando con Noah, una vez que estemos camino a la fiesta.

No me sorprendió ni un poco su propuesta, no era la primera vez que intentaba convencerme con cosas que me interesaban.

Lo pensé por un rato antes de contestar.

–De acuerdo, iré.

Carly se levantó de golpe y comenzó a aplaudir eufóricamente con las manos. Yo abandoné mi cama para llamarle la atención y que me escuche.

–Pero con una condición, no me quedaré toda la noche, iré por un rato y cuando decida marcharme, me dejarás ir.

Ella asintió con la cabeza mientras ponía los ojos en blanco.

–Vamos, vístete, que no hay tiempo que perder.

Llegamos a la fiesta en unos veinte minutos, la fraternidad era una de las ultimas e íbamos caminando.

Cuando atravesamos la puerta principal no pude reconocer a nadie, pero Nicole saludaba la gente que se le cruzaba mientras yo la seguía detrás como un perrito.