Parte 21

513 54 2
                                    

Viernes.

El profesor se tomó su tiempo para repartir nuestros exámenes. Primero, pasó por la primera fila, asegurándose de regalarle a cada estudiante una crítica constructiva con respecto a sus notas.

Todavía tenia esperanzas de no haberlo reprobado.

Cuando le entregó la hoja a Tobias, lo único que escuché decir al profesor fue un "bien hecho", algo que no acostumbrara a decir. Me preguntaba cuánto había sacado el pelirrojo.

Al llegar a donde yo me encontraba sentada, me entregó el examen, y luego de observar la nota, me encontré con la mirada del profesor.

–Tendrás que esforzarte más Isabella...

Genial, primeros exámenes y ya sacaba un 40% en un examen...

Al salir de la clase, me encontré con Tobias hablando con las amigas de Lizza a un costado del amplio corredor.

Intenté evitarlos, pero al pasar a su lado, escuché como una de ellas susurraba mi nombre, haciendo que frenara mi caminar como reacción.

Me encontraba de mal humor por mi resultado en Biología, y no iba a permitir escuchar cómo me criticaban.

Me dirigí hacia la pequeña ronda y me hice notar mi presencia entre ellos.

–¿Tienes algún problema? Porque estoy aquí, tal vez podemos solucionarlo.

Tobias ahora me miraba sorprendido ante mi presencia.

–¿Perdona? –me preguntó con arrogancia una morocha de ojos celestes.

–Me has escuchado. ¿Tienen algún problema conmigo? Porque aquí estoy.

Las tres me miraron como si estuviera loca.

–No. –contestó cortante otra.

–Bueno, entonces sí no tienen las agallas para enfrentarme de frente, no hablen a mis espaldas.

Dicho eso, me di media vuelta y comencé a caminar con paso firme hacia la salida.

Es increíble cómo la gente habla con tanta facilidad sobre otros y, cuando se encuentras cara a cara, no pueden ni pronunciar las vocales por miedo.

Tiré bruscamente de la manija de la puerta y, cuando la quise cerrar por detrás luego de atravesara, sentí como algo la sujetaba.

Me voltee para encontrarme con Tobias intentando atravesarla detrás de mí.

–¿A que ha venido todo eso?

Se apuró para caminar a mi lado.

–¿A que te refieres? –le pregunté con ignorancia.

–Me refiero a la obra de teatro que te has montado dentro.

–Ah, ¿Eso? Estoy cansada de que hablen mierda a mis espaldas. –comenté tranquilamente mientras continuaba mi viaje hacia uno de los food tracks que se aparcaban en el estacionamiento del campus en horario de clases.

–Bueno, bien –cuando comenzó a hablar, me voltee y sonreí con ironía–. ¿Como te ha ido en la evaluación de biología?

Lo único que faltaba era que me refriegue en la cara que me encontraba reprobando esa materia.

–Expendido. –mentí.

–¿Expendido? A que te refieres con eso.

–40%

Lo miré inexpresiva, y antes de que a él se le ocurra una broma al respecto, añadí.

–Por favor, no quiero comentarios.

Cenizas del Pasado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora