Sábado.
Escuché que llamaban a la puerta por cuarta vez, pero yo seguía sin encontrar las fuerzas necesarias para levantarme.
En cambio, decidí darme la vuelta y taparme los oídos con la almohada.
Quienquiera que fuera, se daría cuenta de que ninguna de las dos le abriría la puerta y se terminarían yendo, pero unos segundos después oí a Jason gritar.
–Nicole, abre la puerta. Vamos, no me ire hasta que me respondas, y no te puedes quedar aquí encerrada todo el día.
Al escucharlo, me di vuelta para observarla a ella y reposé mi cabeza en mi mano.
Ella me hizo señas para que permaneciera callada.
Ultimamente, no había estado muy al tanto de su relación, y me encontraba preocupada.
–¿Qué ha pasado?
Le susurré a mi amiga, ella me respondió con un gesto de manos que luego me lo explicaría.
Al escuchar los pasos de Jason alejarse de la puerta, encendí mi celular y observé la pantalla en busca de los números que marcaran la hora.
Eran las 11:30am.
Lentamente, me senté en la cama y permanecí por un momento mirando a la nada. Me sentía cansada por las pocas horas de sueño, y los recuerdos de la noche anterior cobraron vida en mi cabeza.
Me encontraba realmente preocupada por Cameron, pero sentía que él no necesitaba de mi estorbo en esos momentos.
Me levanté de la cama y caminé con lentitud en dirección al baño, me cepillé los dientes y arreglé mi cabello, que parecía haber cobrado vida durante la noche.
–¿Quieres ir a desayunar? Podríamos ir al pueblo si quieres alejarte de Jason. –le pregunté a Nicole, que todavía se encontraba en su cama, con el celular en la mano.
–Buena idea, alejémonos de este infierno por unas horas.
Me contestó decidida mientras se levantaba de la cama.
Luego de escabullirnos por la puerta sin que un Jason medio dormido sentando en el corredor lo notara, comenzamos a caminar en dirección a la gran entrada del campus, para nuestra fortuna, el pequeño pueblo no se encontraba lejos de la universidad y solo tuvimos que caminar unos 15 minutos hasta encontrar algún lugar para desayunar.
Entramos a un bar que tenia escrito en una pizarra a un lado de la puerta el menú del mediodía, el cual se basaba en un café con un emparedado o unas tostadas.
Al sentarnos en una de las mesas, un joven se acercó y nos tendió unos pequeños menús, pero le comentamos que queríamos ordenar lo que se encontraba escrito en la entrada.
Él asintió y al terminar de tomar la orden se retiró.
–¿Tienes ganas de hablar de Jason? –le pregunté a mi amiga.
Ella asintió con una sonrisa reprimida mientras el camarero nos traía los cafés.
–Resulta que estuvo saliendo con otra, y uno de sus compañeros no tuvo mejor idea que contármelo en el medio de su fiesta de fraternidad ayer.
Ella observó su taza con café mientras me relataba la historia, dandole un sorbo luego de terminar.
La historia me hizo acordar a la vez que Sarah metió la pata en la fiesta de Cameron, pero claro, con la diferencia que aquella noche terminó un tanto mejor de lo que había terminado la de mi amiga...
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Cenizas del Pasado ©
RomansaIsabella tiene un pasado que la atormenta, se siente avergonzada, frustrada y a veces enojada por consecuencia de lo que ha vivido. Dos personas más cercanas a ella la han defraudado y llegado a herir de manera totalmente injusta; Pero quiere dejar...