Cenizas del Pasado ©

Parte 35

Sábado.

Divisé a Cameron de pie recostado en la mesa de su cocina, había más gente al rededor, pero solo podía reconocer a Emily y Jeremy.

Me acerqué y me uní a la ronda a su lado, el morocho me observó de pies a cabeza y rodeó su brazo por mis caderas mientras me saludaba y me daba un beso corto en la cabeza.

–Aunque te veas muy sexy con eso –me alagó en un susurro para luego arrimarse aun mas y susurrar en mi oido–, no veo la hora de quitártelo....

Escuchar aquel comentario provocó una oleada de calor en mi interior que viajó hasta mis mejillas.

Ahora yo me encontraba roja y él volvió a la conversación como si nada hubiera pasado.

Permanecí unos minutos a su lado, sin entender mucho de lo que hablaban.

Crucé miradas un par de veces con la rubia, que comenzaba a intimidarme con la mirada.

–Cameron, iré a buscar a mis amigas.

Avisé rápidamente, para luego sentir como él, todavía inmenso en la conversación, soltaba mis caderas y asentía con la cabeza.

Comencé a hacerme paso entre la multitud hasta llegar a un rincón de la sala principal en donde se encontraban Nicole, Sarah y Violet junto a un grupo de tíos.

–Oye, quiero algo para tomar. ¿De dónde las han sacado? –preguntó Violet a los amigos de Jason mientras señalaba las botellas de cerveza en sus manos.

–El alcohol se encuentra en la cocina. –contestó un rubio con indiferencia, para luego darle un largo trago a su bebida.

–¡Gracias! –agradeció ella con euforia.

Observé como todas mis amigas empezaban a hacerse paso hacia la cocina nuevamente, y comencé a perseguirlas por la casa.

Al llegar a la cocina, me encontré al morocho apoyado en el mármol de la mesada mientras disfrutaba de su cerveza, ahora se encontraba solo.

Me acerqué con tranquilidad, notando que Jason y sus amigos ahora entraban detrás de nosotras, rellenando la habitación.

—¿Aburrido?

Pregunté mientras imitaba su posición, mirando hacia la multitud y divisando a Tobias junto con sus amigos y Carly con algunas compañeras de equipo, se encontraban en el living room que se conectaba a la cocina y ahora hacia de pista de baile.

–No me gusta que haya tanta gente en mi casa.

Me confesó para luego darle otro sobro a su bebida.

Luego de escuchar su queja, sentí como alguien apoyaba un objeto increíblemente frio en mi cuello, haciendo que me alertara y emitiera un grito ahogado.

Al instante, noté como Nicole me entregaba una cerveza mientras reía. Mis amigas y el grupo de Jason formó un circulo en el mismo lugar donde anteriormente se encontraba la hermandad de Cameron, que ahora rondaban por la habitación de enfrente.

Tomé al morocho de la mano para obligarlo a unirse a la ronda.

Al parecer, Cameron y Jason ya se conocían, porque se encontraban entretenidos, hablando de una asignatura, mientras que con mis amigas nos reíamos dé un joven que intentaba beberse una cerveza de un trago.

Luego de unos minutos, observé como el morocho volvía a dirigir su atención a mí.

–¡Bella! Me he olvidado de presentarte al nuevo miembro de nuestra fraternidad, presiento que te caerá muy bien.