Ocho

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Me molestaba no poder sacar de mi mente la imagen de Noreen y Kyle sobre el sillón. Ni siquiera la caminata hasta la tienda había logrado alejar los celos que sentía. La única razón por la que me molestaba haber visto a un tipo manoseando a mi hermana era porque quería estar en sus zapatos.

El mero pensamiento era retorcido y sucio.

Tomé las bolsas con la fruta y las metí al carrito de mandado. Salí de la tienda y pensé en el hecho de que siempre le he tenido un poco de envidia a mi hermana mayor. Ella era bonita y carismática. Los chicos siempre la habían buscado por eso.

"Adelaide". Detuve mi caminar después de escuchar una voz masculina que reconocí como la de Harry. Pronunció mi nombre en un tono tan bajo que me sorprendió haberla escuchado. Sonó como un suave y profundo susurro. Su mano se posó en mi hombro y cerré los ojos antes de girarme. "No sé si me has oído, pero llevo llamándote desde hace una cuadra". El tono de su voz era calmado y sus ojos estaban entrecerrados.

"No te escuché. Hablas muy bajo".

Soltó un gruñido parecido a una carcajada y sonrió de lado. Miré al suelo tratando de evitar su rostro; me sentía avergonzada por la manera en la que me comporté la última vez que nos vimos.

"Yo creo que me estabas evitando".

"No tengo porqué hacerlo", le respondí, aún con la mirada fija en la acera. Vi como sus zapatos se movieron hacia mí, acortando la distancia entre nosotros.

"¿Estás molesta, Addie?", preguntó en un tono que parecía ser preocupación.

Me atreví a mirarlo y respondí: "Estás saliendo con mi hermana".

"No, no es así". La simpatía que adornaba su rostro había sido remplazada por un ceño fruncido.

Me miró por unos segundos y ladeó la cabeza. Sus cejas estaban arrugadas cuando levantó su mano derecha y la acercó a mi cuello, aprisionándolo como la noche anterior. Cuatro de sus dedos se encontraban pegados a mi nuca y su pulgar frotaba suavemente mi garganta.

Su toque me hizo estremecer y aferré con más fuerza la agarradera del carrito en un inútil intento por controlar lo que sentía. Su dulce caricia me hacía sentir de tal manera que me confundía; no sabía si gritarle que parara o dejarlo continuar.

Arrastró el pulgar un poco más arriba, hasta casi rozar mi barbilla, y empujó, haciéndome elevar el rostro. Me le quedé mirando con los ojos casi cerrados.

Pasaron varios minutos en los que ninguno de los dos hizo nada. Simplemente estábamos ahí, sintiendo el momento.

"No me agrada tu hermana", dijo en un tono bajo, mirándome desde arriba con los ojos entrecerrados.

Tragué saliva tratando de ahuyentar el nudo que se había formado en mi garganta. Estaba nerviosa por la posición en la que nos encontrábamos, pero sumamente feliz de que Harry no fuera una presa más de los encantos de Noreen.

"Vi a Noreen besándose con un chico esta mañana", solté sin pensar. Harry inclinó la cabeza y enarcó una ceja, probablemente preguntándose a qué se debía mi comentario.

"¿En verdad?". Asentí torpemente sin dejar de mirarlo.

Sonrió de lado y dejó que su pulgar se deslizara nuevamente hacia mi garganta. Aplicó un poco más de presión a su agarre y me mantuvo firme. Sus ojos se entrecerraron un poco más y por un segundo no se movió.

Intenté decir algo cuando lo vi salir de su trance y acercarse a mi rostro, pero de mi boca sólo salió una especie de quejido que lo hizo sonreír. Apreté con más fuerza la agarradera del carrito en un intento desesperado por calmarme. Y cuando creí que no pasaría nada mas, Harry cubrió mis labios con los suyos. 

Sus labios eran suaves y se mantenían quietos sobre los míos.

Apreté con todas mis fuerzas la mano que tenía libre y cerré los ojos, tratando de asimilar lo que estaba ocurriendo. Mi respiración estaba a mil por hora y temía atragantarme.

Después de lo que parecieron horas, Harry empujó mi cuello hacia atrás y se separó un poco. Abrí los ojos y noté que su cabeza aún estaba un poco inclinada. Sus ojos no estaban del todo abiertos y sonreía con los labios sellados.

"Ya no tienes porqué afligirte", dijo soltando mi cuello.

Adelaide |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora