Disclaimer: Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son exclusivos de Rumiko Takahashi. Esta historia está libre de fin de lucro.
Desbordados en la pasión, ajenos al mundo
-¡Elrike! -Dijo un sorprendido Inutaishō-. ¡Pero que sorpresa tenerte por aquí!
Abrazó afectuosamente a la hermana menor de su exmujer. Elrike siempre había sido de su agrado, ya fuera porque era una mujer muy atenta y amable con todo el mundo, o porque quizás fue quien siempre lo tuvo al tanto de lo que le ocurría a su hijo, cuando éste aún estaba bajo la custodia de su madre.
-Tanto tiempo sin verte -la mujer correspondió el gesto-. Me hubiera gustado el verte en Berlín, pero no estaba en el país.
-Irasue me comentó que estabas encargándote de una de las fábricas en Liverpool.
-Sí -suspiró, al apartarse de él-, fue algo tedioso, pero nada grave al final de cuentas.
-Es bueno escuchar eso -suspiró-. Supongo que si Sesshōmaru ayudara más...
-Ni lo menciones -rió-, eso es como echarle más leña al fuego.
-Sin duda.
Ambos ingresaron al interior de la mansión, donde vieron a Izayoi caminando junto al mayordomo. Pero al momento en que visualizo a su acompañante, la sonrisa de su mujer se amplió. A pesar de que Elrike era la hermana menor de Irasue, ellas dos habían congeniado y hacerse muy buenas amigas.
-¡Elrike! -La nombró emocionada, con pasos apresurados caminó para llegar a la albina mujer-. ¡Qué alegría el tenerte por aquí!
-Comienzo a sentirme una mujer importante con estos recibimientos -ambas mujeres se abrazaron efusivamente.
-Qué cosas dices, tu siempre serás una mujer importante en nuestra familia -se separaron y sonrieron-. ¿Has venidos sola o Irasue también está aquí?
-Olvídalo, mi hermana detesta Japón -suspiró-. Así que sólo me tendrás a mí -extendió sus manos mostrándose.
-Vayamos a la sala -les sugirió, al ver a ambas mujeres que estaban muy entusiasmadas.
Las dos asintieron ante la sugerencia, tomando ventaja ante el hombre que sólo las miró curioso. Su mujer y la tía de su hijo empezaron a cuchichear y reír. Sin duda ambas se entendían a la perfección.
-Señor, ¿quiere que lleve té? -Le preguntó el viejo hombre.
-Sí me haces el favor, Hijikata.
-Enseguida, señor.
Inutaishō vio partir al hombre, para volver su atención hacia la entrada de la sala principal, en donde las dos mujeres ya estaban sentadas y siguiendo su plática. Para él, no era una sorpresa el no haberse enterado que Elrike estaba en Japón, conociendo a su hijo, sin duda éste poco le importaba informarles sobre la agradable -al menos para la mayoría- visita de la menor de las Kaiser. Pero, con ello, también venían las interrogantes de cuál era el motivo para que ella se encontrara ahí, aunque era muy obvio que se trataba de las órdenes de Irasue.
Su exmujer era capaz de hacer cualquier cosa, con tal de no ser ella la que tuviera que venir al país. Y con ello, tampoco le cabía duda de que se trataba de Rin. La pobre niña sería víctima de muchas personas, por sólo ser la nueva pareja de su hijo. Esperaba que su exsecretaria pudiera manejar tal presión. Aunque conociéndola, sin duda eso sería nada para tan dinámica joven.
Llegó hasta donde las mujeres estaban y se sentó en el pequeño sofá, el cual Inuyasha acostumbra a sentarse cuando no venía con Kagome.
-¿Cuál es la misión por la cual te envió, Irasue? -Fue directo.
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Cambios Inesperados
FanficSesshōmaru regresa a Japón, para reclamar el lugar que le pertenece. Pero vera que sus planes sufrirán cambios inesperados, la mayoría siendo provocados por la secretaria de su padre.