If I were.. II - 9/6/18

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-Me voy.-

El moreno quitó la vista del celular, pero la sonrisita que había mantenido mientras miraba la pantalla, se empezó a borrar cuando vio a Perrie.

-¿A dónde vas?-

-Salgo con mis amigas.-

-¿A qué hora volves?-

-No lo sé. Tarde.- la voz femenina se oyó a lo lejos desde el otro lado del pequeño living, justo antes de que la puerta de entrada se cerrara.

Zayn se quedó con la última imagen de ella, con el cabello rubio suelto y alisado y la espalda desnuda de un vestido negro corto que no recordaba haberle visto jamás. Llevaba un par de botas de caña alta como esas que Bailey había usado la última vez que habían salido entre profesores.
¿En qué momento Perrie había comenzado a vestir así?
Recordaba que cuando se habían conocido ella vestía jeans y en su primer salida también lo había hecho, e incluso había comentado que detestaba las faldas que debía a veces llevar a su trabajo. Ella siempre había sido impecable, pero demasiado simple para su gusto. Por eso le gustaba la excentricidad de Bailey, en especial cuando no usaba ese conjunto deportivo con el que daba clases.

Otro mensaje llegó y sonrió, olvidando la última pregunta que le había cruzado por la cabeza:
¿En qué momento su novia había empezado a tener una vida social tan activa?

La rubia chocó con el sillón en cuanto entró al departamento y se cayó sobre éste, casi a punto de darse la cabeza contra la mesita de cristal. Pero no pudo preocuparse menos y se le escapó una risotada muy a pesar de su intento previo por ser silenciosa. Quizá había sido un poco a propósito.
Porque antes de llegar a la habitación, Zayn estaba de pie frente a la puerta del dormitorio, encendiendo la luz.

-¿Perrie?-

Lucía somnoliento, era evidente que lo había despertado con tanto ruido - definitivamente había hecho más del que había notado.

-Holaa.- las sílabas se extendieron al salir de su boca y no pudo evitar volver a reír.

-¿Estás borracha?-

-Un poquito.-

-Son como las dos de la mañana.-

-Creo que las tres. Pero buenoo. Con permiso.- se bamboleó algo inestable de un lado a otro e intentó esquivar al hombre bordeándolo, pero él le había tomado el brazo al girar.

-¿De dónde venís?-

-Dije que salía con mis amigas.- ella estaba muy divertida.

-¿Estás viéndote con alguien?-

Antes de responder, él la vio hacer una mueca. Había puesto los labios rígidos.

-Esa no soy yo, cariño.-

Sabía por qué lo decía. Ella no era estúpida y sabía lo que hacía. Pero si jamás había dicho nada, lo suyo funcionaba así.

-¡Mis saludos a Brie! ¡¿O era Bailey?! Como sea.- ella insistió, aún bajo su agarre y eufórica por el alcohol en su sistema.

-Perrie.-

-Oh Perrie.- repitió, imitándolo con un tono jocosamente gruñón.

-Sabes que ella no es nadie.-

-Siempre es nadie.- estaba algo melancólica, más bien rendida, pero con el rostro en vivo retrato de ensoñación -Yo soy la única nadie.-

-No digas tonterías.-

-Siempre digo tonterías, ¿o no? "La señorita perfecta", ella es tan tonta.. ¿No es verdad? Te he escuchado decirlo.-

-Oíste mal.-

-Oh no lo creo. Tengo un oído "perfecto".- respondió utilizando el mismo tono irritado que él utilizaba al llamarla con ese adjetivo. -Lástima que no en todo lo sea, ¿verdad? No soy perfecta en la cama. Y no importa cuanto espere o perdone, no importa que finja ser ciega o que te busque.-

-Ya basta.- no quería oírla más.

-Creí que te molestaba mi persistente inocencia. Que te gustaban las chicas que hablaban rápido mientras se les subía el vestido corto, como el que llevo puesto.-

-Perrie, basta.-

-"No es como si me la estuviera follando".- insistió ella, con la lengua avivada e imparable, con mil ideas y recuerdos confusos rodándole por el cerebro y queriendo escapar por su boca -Qué lindo mentiroso que tengo. Como si no te acostaras con ella.-

-No me la estoy follando.- estaba enojado, obviamente; él no podía sentirse conmovido por nadie, ni siquiera cuando la rubia empezaba a tener los ojos húmedos.
Estaba cayendo de su órbita de gracia, estaba empezando a ahondares en el efecto depresivo.

-¿Y qué si lo estás haciendo? Si yo sigo acá.-

Por primera vez sentía que debía contestarle algo, como si le debiera algo genuinamente. Y no sabía qué decir.

-Quiero ir a dormir, soltame.-

El agarre se aflojó y ella pudo avanzar. Ni siquiera se gastó en quitarse la ropa o las botas; él la vio desplomarse sobre las sabanas abiertas de la cama.

Zayn recogió el bolso del piso y se sentó sobre el colchón. Su propio teléfono tenía un mensaje sin leer, pero por primera vez lo ignoró y vio el de Perrie que acababa de vibrar.
Era un mensaje de una de sus amigas de la oficina.

"Pezz, espero que hayas llegado bien. Ya no pienses en lo que duele. Te quiero."

Supuso que se refería a él cuando hablaba de dolor. No creyó que a ella le afectara lo que hacía. Nunca había dicho nada, y siempre lo recibía con una sonrisa, un beso casto y un plato recalentado.

-Perrie.- ella no contestó, pero él insistió -Yo.. No sé qué decir.-
Era cierto, no sabía qué decir. Igual tampoco importaba, si ella estaba inconsciente y no oía nada.
A veces había tantas cosas que él simplemente no entendía..

-Siempre vuelvo, porque no quiero irme. Yo.. Solo soy un chico.. idiota.-

<<Y ella merece un hombre.>>

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Michelle_Katy me envió un mensaje hace un tiempo pidiendo esta segunda parte del OS inspirado en el video y la canción de Beyoncé; y la idea me pareció interesante. Espero que haya cumplido con tus expectativas! De todas formas, una tercera parte siempre es posible 😊

ONE SHOTS - Zerrie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora